Memoria 9

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Una mañana que tenía libre, la doctora Kaede me había invitado a tomar un café, cosa que acepté. Llevaba días que no le contaba más de mi historia con Keisuke Baji, además de que pensé que si salía a pasear por ahí tal vez me lo encontraría, ya sé que era un plan tonto, pero disfrutaba mucho de la idea de un reencuentro como de película, aún si me decía que rompió su promesa y que ahora estaba casado y con hijos, no me importaba, solo quería verlo una vez más.

Me alisté y salí de camino a ver a mi querida amiga mientras ponía atención a la gente a mi alrededor, pero no había señales de Baji, da igual, pasaría algún día; en mi camino a la cafetería me crucé con unas chicas repartiendo folletos, era una invitación al festival escolar de la secundaria cercana, qué recuerdos, creo que esa anécdota le gustará a Kaede. En cuanto la vi y ordenamos nuestras bebidas y postres, ella no perdió el tiempo y me mostró el mismo folleto.

- ¡Mira! Me lo dieron de camino aquí, deberíamos ir, a mi me trae recuerdos, en mis años de secundaria hicimos una casa embrujada aunque realmente no espantábamos a nadie, nos dieron un premio por esfuerzo... - suspiró recordando la vergüenza de ese momento, pero se recuperó de inmediato - ¿Y tú? ¿Participaste junto con Baji? -

- Justo pensaba en contarte esa historia hoy - reí por su reacción llena de emoción

El festival escolar lo recuerdo perfectamente bien, había sido divertido ese año que lo conocí, llevábamos varios meses siendo amigos y al fin había admitido para mi misma que estaba enamorada, así que el festival sería mil veces más divertido con ellos, y mi grupo había elegido un genderbend café, donde los chicos serían sirvientas y las chicas serían los mayordomos, la idea parecía graciosa y le daba un aire fresco a los maid cafés, y durante el receso hablaba con Baji.

- ¿Vas a participar? - pregunté burlona, me hacia gracia la idea de verlo con vestido.

- ¿Y tú? ¿La princesa va a ser mayordomo por un día? - tambien parecía divertido

- Claro que sí, la idea es buena, me emociona mucho -

- Si vas a participar, creo que no tengo más opción que acompañarte, además, te ves cómoda usando faldas, supongo que usar una no estará mal -

De alguna forma estaba contenta, la angustia de no saber en donde estaba mi hermano había disminuido en esos días porque el señor que lo conocía dijo que estaba bien, así que ahora podía enfocarme en ayudar para el festival. Entre todo el grupo logramos decorar el salón y ahora parecía un café, y nuestro postre especial eran los helados con bonitos mensajes escritos con chocolate o fresa, nos iríamos turnando para cocinar, atender a los clientes y descansar para poder ir a ver el resto de lo que los demás salones habían preparado, y para esto, nos pidieron trabajar en parejas para no dejar a alguien solo en su descanso sin su grupo de amigos, algunas amigas querían formar equipo conmigo pero nadie quería estar con el pandillero, por lo que yo me ofrecí para ser su compañera, claro que no le pregunté, eso poco me importaba, él se hacía el indignado conmigo pero sabía que estaba contento con ello en cuanto escuchó los murmullos otra vez, era como una pequeña victoria para él y podía verlo en su sonrisa.

- Oye, al menos pudiste haberme preguntado si quería formar equipo contigo - me reclamó Baji en el descanso entre clases

- Uy perdón, como eres taaaan solicitado por los demás, soy bien egoísta - respondí con sarcasmo

- Su majestad, usted es en serio irritante, pero bien, ahora estamos juntos en esto, ¿que hacemos ahora? -

- Esperar a que terminen las clases -

Preparamos todo y quedó listo, en una semana logramos convertir nuestro salón en un café. Ese día llegamos a vestirnos en el salón, ellos usaban vestidos de sirvienta y nosotras usábamos trajes negros elegantes; no esperaba ver a mi compañero tan pronto pero ahí estaba, con un vestido algo largo y esponjoso, y una diadema blanca que decoraba su cabeza.

Broken promisesWhere stories live. Discover now