El inicio

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Tokyo, la ciudad que me vio crecer hasta mi adolescencia, han pasado 11 años desde que me fui, y ahora, por azares del destino mi trabajo me mandó de regreso a mi ciudad natal, quisiera no estar emocionada, pero sé que yo no hubiera vuelto por voluntad propia, no tuve el valor de regresar al salir de la universidad, sentí que debía respetar su decisión pero con un impulso como este no puedo hacer mas que emocionarme y tomarlo como una señal del destino, debo ir a buscarlo.

La mudanza fue algo difícil principalmente por la búsqueda de departamentos, pero al final encontré un lugar cerca de la clínica veterinaria que me solicitó, no es tan grande ni lujoso, pero es justo lo que necesito ahora.

He tenido la mente en blanco en las últimas dos semanas y me es difícil pensar en otra cosa que no sea él, me pregunto cómo será ahora, o si logró tener la tienda de mascotas que tanto quería, mi elección de carrera fue porque quería apoyarlo con todo lo que pudiera... realmente no sé por qué insistí tanto en estudiar medicina veterinaria si no planeaba volver, aunque a veces pienso que es porque era mi manera de sentirme cercana a él, aún después de que decidió dejar de hablarme tan repentinamente, aunque a veces juraría que lo escucho decir mi nombre...

- ...Reiko, ¡señorita Reiko Watanabe! ¿Me escucha? - Ah, no era él, es el director general de la clínica - Ponga más atención, no quiero que ningún animal salga herido por su culpa, si usted no cumple con su trabajo estará despedida, ¿le quedó claro? -

- ¡Sí señor! -

- Señorita Sato, la dejo bajo su cuidado -

- Sí señor - dijo la chica a mi lado y acto seguido, el director se marchó - Oye, ¿en serio no oíste nada de lo que te dijo? - sonrío divertida

- Que pena, no escuché nada, lo siento mucho -

- No pasa nada, lo hace ver como que dijo la gran cosa pero en realidad no dijo nada importante, solo dijo en donde están las salas de consulta, los baños y los horarios -

- ¿Nada importante? Esas cosas suenan importantes - lloriqueé, la señorita Sato me trataba con informalidad por lo que me sentí más en confianza, le hizo gracia mi drama y rió un poco

- Digo que no es importante porque tenemos los mismos turnos, no te preocupes, solo sígueme y yo te indicaré los lugares y horarios, ah, creo que no nos hemos presentado, soy la doctora Sato Kaede, pero puedes decirme por mi nombre, odio las formalidades -

- Bien Kaede, yo soy Watanabe Reiko, también preferiría que me llames por mi nombre, apenas nos conocemos pero siento que podemos ser buenas amigas - le sonreí

- En vista de que no te molesta que te llame por tu nombre de buenas a primeras, sí, seremos buenas amigas Reiko - entrelazó su brazo con el mío - hoy es de esos días que no viene mucha gente, ven, vamos a la sala de consultas a esperar a que lleguen los clientes - Ambas fuimos ahí y esperamos sentadas - ahora dime, ¿en qué tanto pensabas que no escuchaste ni una palabra de lo que dijo el director? - me miraba atenta, sé que no podía evadir la pregunta, Kaede parecía de esas personas que entre más les niegas algo, más insisten con ello

- Pensaba en que quería ver a alguien ahora que volví a Tokyo -

- Ohhhh, ya veo, ¿acaso es alguna persona que conociste en internet? Si es así, te acompaño, hay muchos lunáticos en internet, odiaría que algo malo te pasara -

- No no, nada de eso, es un... es un viejo amigo -

- Hmmm dudaste, no es solo amigo, ¿verdad? Ahora quiero saber quien es y como planeas encontrarlo -

- Es complicado decir qué soy de él, pero para mi es el amor de mi vida, y necesito que lo sepa, así que solo planeaba pasear por ahí a ver si me lo encuentro por lugares donde sé que solía estar -

- Suena a un plan horriblemente cansado pero bueno, si tú crees que nunca se mudó después de tanto tiempo, te apoyaré, ahora dime, ¿como se conocieron? Porque debió ser realmente especial como para mantener tu cabeza en otro lado por quince minutos -

- ¿tanto tiempo me estuvo hablando el director? -

- Sí, fue gracioso y me quería reír pero me iban a regañar también, pero no es el punto, quiero saberlo todo, ahora somos amigas, ¿no? Así que vamos, cuéntame -

- está bien, te lo contaré desde el inicio porque amo contar la historia de como empezó todo -

Todo empezó por un nerd con antecedentes de pandillero, pero ese nerd se volvió la persona más importante de mi vida.

Broken promisesWhere stories live. Discover now