Voluntad de los Dioses

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Jeongin se sentía feliz y nervioso al mismo tiempo. Sabía que Hyunjin lo quería y lo amaba, que era todo sentido del plan pero nunca puso en práctica dicho plan. Ahora por fin iban a tener su primera cita. Tenía planeado llevarlo a un restaurante ambientado, que te hiciera sentir como si estuvieras en otro país. Desde hace un tiempo había visto a Hyunjin interesado en comer comida Italiana, por lo que encontró un restaurante que parecía como si estuvieran en Roma.

Fue a buscar al mayor con unas flores, tulipa pulchella, la flor del día de nacimiento de Hyunjin, una flor bonita rosada. Hyunjin al ver las flores se sonrojó.

– Te ves hermoso. – Hyunjin le sonrió ante el cumplido.

– Tu igual. – Jeongin se sonrojó.

Hyunjin fue a buscar un florero donde dejar sus nuevas flores. Jeongin vio como Chan y Changbin estaban en el sillón atentos a ellos.

– No hagan nada que yo no haría. – Dijo Changbin.

– Hyung, tú no harías nada porque no has ido a una cita. – Changbin rodó los ojos mientras Jeongin se reía.

– ¿A qué hora vuelven? – preguntó Chan.

– Ni idea, acaso tenemos que volver antes de cierta hora. –

– Vuelvan antes de las doce de la noche. –

– ¿Pasa algo a esa hora? – preguntó el menor.

– No pasa nada a esa hora, solo los quiero acá. – Jeongin rodó los ojos.

– Hyung ya tengo suficiente con los padres de Hyunjin que me limitan cosas, no necesito que tú también te pongas a actuar como nuestro papá. –

Hyunjin volvió le tomó la mano al menor y salieron ignorando las frases que decían los dos mayores para molestarlos.

Se subieron a un taxi, al llegar el mayor estaba en shock, no conocía esa parte de la ciudad, había un pequeño edificio que sobresalía ya que la arquitectura era muy europea.

– Quiero sacarme fotos acá, es hermoso. – Jeongin sonreía, tomó su celular para sacarle fotos al mayor. – Ven quiero fotos juntos, quiero recordar nuestra primera cita. – Jeongin se sonrojó.

– ¿Tu crees que podamos sacarnos una foto besándonos? –

– ¿Por qué no podríamos? –

– Emitimos luz dorada o como que brillamos cada vez que nos besamos, no sé cómo saldría la foto. –

– Entonces habrá que intentar. – Hyunjin lo tomó de la cintura para acercarlo, se dieron un beso mientras el mayor sacaba fotos con el celular.

Ambos revisaron las fotos y lamentablemente no se notaba mucho.

– ¿Sabes lo que esto significa? – El alfa lo miró confundido. – Cada vez que Dispatch se acerque a nosotros podemos arruinar sus fotos solo besándonos, qué irónico.

Jeongin sonrió, le tomó la mano al mayor y lo guió dentro del restaurante. El mayor estaba impactado. El interior era aún más sorprendente que el exterior, se sentía que lo hubieran transportado a Roma.

– ¿Tu crees que iremos a Italia para este tour?

– Escuché al manager hablando con otras personas y dijeron que iremos a Estados Unidos, después Australia, luego Latinoamérica y por último Europa, así que supongo que sí aunque por el momento solo tengamos fechas para Estados Unidos tendremos que ser pacientes. –

Ambos pidieron pastas distintas, Jeongin pidió carbonara y Hyunjin pidió lasaña junto a un buen vino.

– Gracias por invitarme, me encanta el lugar, no tengo idea como lo encontraste. –