Prólogo

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Nota: Está historia es ficción, tanto los personajes y los hechos no son reales, no tienen relación con la realidad.





La Fiesta Anual de la Risa, día en donde se escoge al nuevo Bufón Real. ¿Es en serio?, ¿quién quisiera ser el bufón de un Rey que mata a la gente por lo que dicen los demás antes de someterlas a un justo y obligatorio juicio? Respuesta: todo el pueblo.

Las personas necesitan comer, no todos nacemos con un padre que nos enseñe a cazar y a comer todo lo que se moviera, incluso las larvas del excremento de los animales. Cuando hay hambre, todo es válido: Él estaba en los campos de batalla y cuenta que, para defender el Reino o para conseguir nuevas tierras, no siempre había comida, los Guerreros Reales comían lo que encontraban, sin importar si estaba vivo o muerto, el punto era obtener la energía necesaria en para matar a tus enemigos.

Mi padre fue uno de ellos. Digo "fue" porque ya no es un Guerrero Real, no porque esté muerto, sino que hace más de nueve años estuvo en al frente del batallón en el campo de batalla. La buena noticia es que el Rey y nosotros ganamos la batalla y ahora tenemos más tierras para "obtener" alimentos, la mala es que todos los alimentos llegan a manos del Rey, él escoge cuál es ideal para él y su familia y cuál es la mejor para todo el Reino, o sea, la podrida y las que fueron cosechadas desde hace más de tres semanas; además, mi padre perdió ambas piernas en esa batalla. Un soldado del bando contrario alcanzó a cortarle la rodilla de una pierna, la otra no fue cortada en su totalidad, pero la mitad estaba desprendida y sujeta de toda la extremidad inferior gracias a unos pocos músculos.

Como no hubo un curandero cerca, la pierna desprendida se infectó e inflamó, al llegar a la ciudad ya era demasiado tarde y las opciones eran vivir sin dos piernas o morir con una. Escogió la primera, no quería dejarnos solos porque ya no estaba mi madre para cuidarnos. Hablando de mi madre, ella murió cuando tenía siete años y cuando mis hermanos, Amara y Milo, tenían tres y cuatro respectivamente. La sentenciaron a muerte, la acusaron de prostituta, cosa que era falso. Mi madre era acosada por un señor que estaba en el Ejército Real, éste la violó y la acusó de "mujer de la vida galante" cuando su esposa se enteró que le había sido infiel.

Momentos antes de su muerte, mi madre estaba conmigo, caminábamos hacia nuestra casa mientras me llevaba de la mano, era un día antes de mi cumpleaños número ocho. Me estaba contando sobre una sorpresa especial que tenía para mí, un vestido, pero no era uno cualquiera, sino que este estaba hecho de las mejores telas del Reino. Ella fue costurera del Rey, gracias a ese trabajo conoció a mi padre. Los dos se enamoraron y se casaron, poco tiempo después se embarazó de mí, dejó su trabajo de costurera y algunas mucamas le regalaron varios retazos de tela fina que, hasta esa fecha, no había usado. No era raro ver a una niña o a un niño corriendo en la calle con ropa hecha de retazos de tela, lo que sí era raro de ver era a un niño vestido con retazos de las mejores telas del Reino, de las mismas telas y diseños del Rey y su familia.

Me emocioné muchísimo cuando mi madre me contó sobre aquel vestido, volteé llena de felicidad, quería verla a la cara y abrazarla, estaba muy feliz, no solo por las telas, sino que también por el vestido hecho por mi madre. Pero ni pude terminar de dar la media vuelta cuando mi madre calló al suelo con un agujero de espada en su pecho. "Esto es lo que le hacemos a las prostitutas de este Reino, si no quieres ser la siguiente, no seas como ella", dijo un Guardia Real montado en su caballo con armadura, él estaba detrás de ella. Después de hablarme, guardó su espada llena de sangre y se marchó, como traía casco y armadura, no le pude ver el rostro. Lloré y fuí corriendo a mi casa con mi mamá mientras la arrastraba con todas mis fuerzas, estaba desangrándose. Nadie del pueblo quería ayudarme, era una deshonra, me convertí en la hija de la deshonrada, de la desgraciada, de la impura. El día siguiente fue su entierro.

Diario de una CampesinaWhere stories live. Discover now