BLOOD OF SALAZAR

Capítulo 15

Inglés moderno: -…-
Inglés antiguo: ^…^
Nórdico antiguo: /…/
Galés antiguo: *…*
Latín: ~…~
Lengua pársel: ¡Negrita!.
Pensamientos: '…' (todos los pensamientos, no importa el idioma).

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Balthezar se despertó en su nueva cama a la mañana siguiente, concentrándose por fin en algo que no fuera su propio diálogo interno como la noche anterior. Se había concentrado hasta el punto de tener que seguir mecánicamente a los alumnos hasta los dormitorios de Slytherin después del banquete. Aunque eso no importaba en realidad, ya que era más probable que conociera cada uno de los recovecos del colegio después de años de vivir en él. Se sentó en su cama, un poco incómodo por la extrañeza del colchón ajeno. Sabía que tendría que acostumbrarse a otra cama, pero una noche no sería suficiente para ello. La única otra cosa que le molestaba era compartir la habitación con los otros chicos. No le gustaba lo difícil que era dormir con los diversos ruidos que hacían sus compañeros.

Se levantó de la cama y se detuvo cuando todo se volvió blanco. Parpadeó cuando una persona apareció ante él. Era Salazar, pero no se quedó así por mucho tiempo. Dos mujeres aparecieron a cada lado de Salazar. Balthezar supo inmediatamente que eran Helga y Rowena. Se quedó mirando con asombro. No había esperado volver a verlas. Dejó escapar un suspiro con la esperanza de que eso hiciera que su mente empezara a hacer algo. ^Helga... Rowena...^ No estaba seguro de qué decir, pues su presencia era a la vez un consuelo y una sorpresa.

Helga sonrió al adolescente. ^Hace bastante tiempo que no nos vemos. Sé que para Rowena y para mí ha pasado más tiempo que para ti^. Sabía que sólo Salazar podía tocarlo. Por supuesto, eso era porque era un pariente de sangre. Balthezar sólo quería saber qué pasaba. Esperó a que alguien se lo dijera. Helga suspiró ante la falta de respuesta del adolescente. ^Rowena y yo necesitábamos hablar contigo. Sin embargo, necesitábamos la ayuda de Salazar para venir aquí. No tenemos la misma habilidad con el reino de los espíritus que él. Salazar hizo colocar algo en la Cámara por Rowena después de que se fue. Ha sido custodiado por su Basilisco desde entonces. Creemos que le ha ayudado a regresar en forma de espíritu, aunque él lo niega. El amuleto que tienes le ayuda a aparecer en la escuela, pero creemos que hay algo más que eso^. Le dedicó una sonrisa. Balthezar no pudo evitar la leve sonrisa que cruzó su rostro. Era bastante difícil no sonreír ante aquella mujer.

Balthezar apretó el colgante que aún llevaba al cuello. ^Me alegro de que estés aquí, pero ¿qué tienes que decirme? No creía que hubiera nada más que necesitara saber^ Sabía que no tenía todo el tiempo del mundo, pero intentaba averiguar qué estaba pasando. Luego estaba el hecho de que tenía que averiguar en qué clases debía estar. Sabía que tal vez no se habían quedado en las mismas salas que la última vez que había estado en ellas, pero eso no era tan grave como podría haber sido. Las mujeres intercambiaron miradas, pero no hablaron de inmediato. Era un poco inquietante lo que estaba sucediendo.

Rowena se aclaró la garganta. ^Tienes que ir a la Cámara, Balthezar^. Empezó a preguntarse por qué no era Salazar quien decía nada. Salazar se encogió de hombros con apatía. Balthezar pudo ver que al hombre no le gustaba la idea de que consiguiera lo que fuera que querían. Un momento después, todo volvió a la normalidad. Ni siquiera tuvo la oportunidad de despedirse de las dos mujeres. Aquellas mujeres habían sido como madres para él.

Frunció el ceño, pero se vistió tan rápido como pudo. Iba a averiguar qué querían que recuperara de la Cámara. No necesariamente iba a sacar el objeto de la Cámara, sino que iba a averiguar de qué se trataba. Salió y se dirigió a la entrada que estaba escondida dentro de la chimenea de la Sala Común de Slytherin. Era una de las tres entradas diferentes escondidas en todo el castillo. La chimenea era la más conveniente para usar.

Siseó ante la talla de una serpiente en la repisa de la chimenea. Abre para Balthezar Slytherin. Las contraseñas de las entradas, menos la del baño de emergencia, requerían que la persona diera su nombre como miembro de la familia Slytherin. El fuego se apagó y la pared del fondo se deslizó. Entró, alegrándose de que la chimenea fuera lo suficientemente alta como para que un hombre de dos metros se pusiera de pie. Oyó que la pared se cerraba tras él. Dejó escapar una lenta respiración y comenzó a caminar por el pasillo que se iluminaba a medida que se movía. Estaba decidido a descubrir lo que Salazar había escondido en los confines de la Cámara. Una sensación de frío se dirigió hacia su lado izquierdo de forma bastante repentina. Al mirar en esa dirección, vio el espíritu de Salazar flotando a su lado.

El espíritu no habló durante varios momentos, pero finalmente dejó escapar un suspiro de sus labios fantasmales. /Depende de ti si sacas lo que había colocado en la Cámara o no. Sólo entiende que hace poco que ha despertado y es probable que esté un poco desorientado. Eso no es algo que sepa con certeza. Sin embargo, debes saber que el actual director trataría de utilizarlo para actos impropios de su virtud. No quiero que te sientas como si tuvieras que hacer algo cuando crees que es una mala idea/. Desapareció antes de que se pudiera decir más.

Balthezar entró en la zona principal de la Cámara, que estaba igual que la última vez que la había visto. Eso era lo único que le parecía que no debía haber cambiado. Instantes después, se le cortó la respiración cuando vio una serpiente de colores brillantes. Tenía plumas en lugar de escamas para acompañar las alas de su espalda. Se limitó a observar cómo navegaba hacia él en una estela de luz dorada. A diferencia de los muggles, los magos habían podido comunicarse con los chamanes de las Américas mucho antes de que la comunidad no mágica hubiera descubierto la zona. Esto significaba que sabía lo que estaba volando hacia él. Se quedó mirando con incredulidad, sus pensamientos se centraron en una cosa. 'Por los Norns... ¡Es un Quetzalcoatl!'.