(...)

-¿Quien cree que me voy a creer que la florería es quien manda las flores todos los viernes? ¡Ni su cliente soy!- le reclamé de nueva cuenta al de las entregas.

-Esa fue la respuesta que me dieron, Teniente. Siento que no fuera lo que esperaba.

-Entonces, necesito otro favor.- me dirigí a mi oficina a hacer una nota. A los pocos segundos, Iruma volvió a aparecer.

-¿Tuvo suerte, Teniente?

-No.- lo miré -¿Y tú?

-El de la dulceria dijo que no podía revelarme esa información.

-O sea, podrían estar envenenadome con los chocolates y el de la dulcería no dice nada.

-Bueno, le mandan diferentes marcas, seguramente no les da tiempo de envenenarlo.

-Lo único que le perdono a la dulceria, es que manda mis chocolates favoritos. Así que, una de dos, o me espía, sea quien sea, o alguien le está dando información...- mis ojos se clavaron en los suyos.

Odio su autocontrol. No me permite saber si está nervioso o miente.

-¿Piensa que yo...?

-Yo no dije eso- dijo soltando una risa -o acaso... ¿te descubrí?

-Teniente, por favor. ¿Realmente cree que yo le haría algo así?

-Se puede esperar cualquier cosa de alguien que se relaciona con la Yakuza.- él rió.

-Bueno, puede estar tranquila de que yo sea su espía. ¿Va a mandar una nueva nota?

-Así es. Estoy citando al de las flores en el Vanilla Beans para poder saber de una vez por todas quien es.

-¿Y cree que vaya?

-Bueno, si no lo hace, ya especifique que la floreria podría tener problemas, y puedo asegurar que los dueños preferirían decir nombres a perder su negocio.

-Muy lista. Pero, ¿qué pasa con los chocolates?

-Si no es el mismo de las flores, ya me aseguraré de ello.

(...)

Bien. Hoy era mi día libre, y lo utilizaría para ir a conocer a ese sujeto que mandaba flores y chocolates, o solo flores, lo que sea.

La cita era al medio día. Faltaban sólo cinco minutos.

Entré al lugar y tomé asiento en una de las mesas que daba una hermosa vista al puerto. Había ordenado un te de limón mientras esperaba por el misterioso manda flores.

El tiempo pasaba, pero nadie aparecía. Mi paciencia sólo me permitiría esperarlo hasta las 12:15.

Di un sorbo más a mi té, lista para buscar mi celular y llamar al Sargento Iruma para que procediera con la florería, pero antes del segundo repique, unas flores aparecieron frente a mi.

-Siento mucho la demora.- volteé lentamente para mirarlo.

-Art...- él soltó una risa y yo tomé las flores.

-Siento haber sido un misterio por tanto tiempo.- decía mientras se sentaba. -Espero que, las flores te gusten.

-Gracias, son... muy lindas. Puedo preguntar, ¿por qué decidiste ser anónimo?

-Bueno, creo que no me sentía muy confiado por mi posición en la estación.

-Eso... eso no es lo importante, pero..

-El Sargento Iruma tuvo más valor, ¿cierto?

-¿Qué?

-O bueno, seguramente él logró enamorarla antes con los chocolates...

-Alto. ¿Acabas de mencionar la palabra "Iruma" y "Chocolates" juntas?

-C-creí que lo sabía...

-Okay, ahora estoy muy enojada.- inhalé profundo y traté de relajarme. -Art, te aprecio demasiado, y sé que eres un chico fabuloso, pero... no puedo corresponder a tus sentimientos.

-¿Es por el Sargento Iruma? Si es por él, yo lo entendería, es... genial.- le dediqué una sonrisa.

-Nos vemos mañana, Art.- dije levantándome de mi lugar y caminando hacia la salida.

Quiero ir ahora mismo a ver a Iruma.

(...)

-Sargento, lo buscan~...- dijo uno de los oficiales en tono de burla. Él, al verme, frunció el ceño con confusión. Con una de sus manos me hizo una señal para que lo siguiera hasta su oficina.

Una vez ambos entramos, él se giró a verme.

-¿Descubriste al-...?

¡Auch! No sé a quién le dolió más. Si a mi por darle la bofetada, o a él por recibirla.

-Me mentiste.

-¿Disculpa?- preguntó ofendido, acomodando sus lentes, para luego sobarse la mejilla.

-Perdón... por...- hice una simulación de la bofetada -Te pregunté de los chocolates, ¿por qué no me dijiste?

-Creí que buscarias primero al de los chocolates que al de las flores. Fue mi error.- sólo nos miramos.

¿Qué se supone que diga yo? ¿Qué se supone que diga él? ¿Tendria qué acercarme a besarlo? No, no. Tranquilízate.

-Eh...

-¿Supiste quien era?- interrumpió.

-Sip. Era Art.

-¿Art? ¿El chico de intendencia?- asentí -Y... ¿le dijiste que si?- reí y me acerqué a abrazarlo. Sus brazos me rodearon y pude sentir su corazón acelerarse contra mi oido.

-También quería conocer al de los chocolates para saber cuál sería la mejor opción.

-En ese caso...- alejó mis brazos de él y fue hasta su escritorio. Abrió el primer cajón y sacó una caja de chocolates.

-Tus favoritos, ¿no?- preguntó mientras me extendía la caja. Yo me acerqué a tomarla.

-Si, lo son.- dejé la caja en el escritorio y me acerqué a él, nuevamente. -¿Por qué no sólo invitarme a salir?

-Porque, prefería volverte loca por mi, antes. ¿Lo logré?

-Tú ya me gustabas. Y aún si el que mandara todo, no fueras tu, les hubiera dicho que no.

-Entonces, ¿el Sargento Iruma tiene un si?

-Si. Supongo que si- dije bajando la mirada, para evitar que notará la gran sonrisa que se estaba escapando de mis labios. Con su mano, levantó mi mentón y me hizo verlo.

-Me alegra escuchar eso- susurró y junto nuestros labios.






























▪︎☆▪︎

Es que el Sargento....

Ustedes saben como me trae y puede poner este hombre, así que pido disculpas xd.

Supongo que así es como choki vuelve a las andadas jsjs

Les extrañe mucho 🥺✨

Y ahora solo un recuerdo de que los amo con todo my heart 💕

-Choki.♡

YOKOHAMA DIVISION | ONE SHOTSWhere stories live. Discover now