No es que él quiera nombradía, se la imponen, y nunca nadie se había dado cuenta. A mí me conoce hace nada, pero si me confesó esto así, es porque no soporta esta situación.

—Está bien —lo aparté de mí para mirarle a los ojos—, te trataré como creo debo hacerlo, para mí eres sólo un estudiante, ¿entendido?

—Pero aún somos novios, ¿verdad?

—Hm... no.

—¿Qué?, ¿por qué no?

—Porque no estoy enamorado de ti, y es un requisito importante a la hora de tener una relación.

—Pero a mi si me gustas... que injusto.

—Ryuzaki, todos los seres humanos han pasado por un amor no correspondido, a veces más de una vez.

—Que doloroso...

—Lo es.

—¿Te han rechazado?

—He estado muy enfocado en mis estudios —no le había tomado el peso a esto hasta ahora—, no he tenido la oportunidad de enamorarme.

—Entonces ese será mi objetivo, todas las materias son demasiado sencillas, he encontrado algo por lo que esforzarme.

—¿Ah sí?, ¿qué es? —porqué pregunté eso...

—Conquistarte.

—¿Disculpa?

—Serás mi meta Yagami, te vas a enamorar de mí —sonrió.

—¿Debería sentirme halagado...?

—No lo sé —se aproximó a mis labios—, eso lo decides tú —su aliento chocó contra mi boca.

—C-como sea... —lo empujé—, vamos.

—Está bien —tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos.

—O-oye... —caminamos rápido hasta la entrada y salimos a la calle—, Ryuzaki... la gente está mirándonos, suéltame.

—¿Por qué?, las parejas andan de la mano.

—¿No entendiste lo que te dije hace unos minutos?

—Sí lo hice, pero se mi pareja mientras te conquisto.

—¿Por qué?

—Porque sí.

—Eso no es un argumento y suéltame, ¿quieres? —porqué me hace esto—, la gente nos está mirando raro...

No importa cuánto me quejé en el camino, él no me soltó y tampoco respondió, tiene una manera muy particular de hacer las cosas.

—¿A dónde vamos? —pregunté.

—No lo sé, he estado caminando hasta que decidas un lugar.

—¿Qué?, ¡Si no me avisas cómo quieres que...!

—Estoy jugando, no seas tonto.

—... —respira... inhala... exhala...

—Vamos allí, a comer helado.

—Está bien.

—Yo invito.

—No ando con dinero así que no pediré nada.

—Yo invito.

—Yo pago lo que como y si no traje nada, no comeré nada.

—Comerás.

Después de eso, a pesar de insistir no respondió, fue su última palabra, cuando se decide no dice más.

Entramos al local y soltó mi mano. Me había acostumbrado tanto que hasta me atrevería a pensar que no me gustó que me soltase, pero claro, él jamás lo sabrá.

Serás Mío (Death Note yaoi) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora