𝑨𝒕𝒖𝒓𝒅𝒊𝒅𝒂

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—Investigue tu pasado, de pequeño estuviste a punto de morir dos veces a manos del director, cuando te rompió las costillas a patadas, dijo algo como “Comparado con lo que te hicieron tus padres, esto no puede ser violencia.

Esas oraciones lograron paralizar al de cabello disparejo, que contemplaba a la nada, su rostro reflejaba el miedo puro. Akutagawa no pudo ignorar eso, lo odiaba en parte porque sus heridas del pasado ya no eran justificantes para su debilidad, pero su mente le decía que un tipo cuyo dinero lo hace fuerte, no era nadie para pisotear esas heridas. Activo su habilidad, y corto el suelo, logrando escapar junto al tigre.

—Retiro lo que dije sobre no comprenderte— sujeto su pie para que no pudiera escapar—-. Tu peleas para que las personas te den permiso de vivir, aunque te  juegues la vida. Me da asco.

Lo atravesó con Rashoumon, y mientras el otro se quejaba recordó algo “¿No te enseñó nada del valor?”, palabras de la propia azabache, que ahora juzgaban al menor, Akutagawa pensó que era estúpido no darle valor a su propia vida. Nadie le daría ese permiso. Sangrar por otros no era una convicción, no había amor en ella.

—¿Que tiene de malo pensar así?— fue arrojado unos metros lejos.

—Aún si te mato cien veces era lo mismo— ahora el chico pelinegro parecía rabiar de enojo. ¿Cómo alguien así podía tener lo que él no?—. Si no obtengo resultados, Dazai-san nunca…

—-¿Por qué mencionas a Dazai-san ahora?— su plática fue interrumpida por el magnate, que rompió la pared con su sola pierna.

—Los encontré, perros callejeros— sonrió de lado, rápidamente derribó al portador de la muerte. Pero los jóvenes eran tenaces, Atsushi entró al elevador, siendo seguido por su berdugo.

—No podemos ganarle a su poder— ambos miraban distintos puntos del elevador, para así no cruzarse—. Hay que planear cómo robarle la terminal.

—Tu estupidez no me sorprende— suspiró cansado—. Este elevador se dirige a cubierta, no hay escapatoria, él sabe que estamos acorralados. Me siento terriblemente humillado por haber sido derrotado por alguien así. Un idiota que busca una razón para vivir en otros.

—Puede que sea un idiota, pero prefiero eso a ser un asesino que solo presume sus poderes. Tienes fuerza y estatus, solo peleas para inspirar miedo…

Ryunosuke lo asfixió con ayuda de su habilidad—. ¡Retráctate!. ¿Que tengo poder y estatus?— lo arrojó a la puerta más cercana para poder verlo cara a cara—. Te diré porque me repugnas. Porque lo tienes todo, y no te das cuenta, y sigues recurriendo a tus heridas…Tienes buenos poderes, y suerte. Dazai-san te reconoció sin que te esforzarás, no ves que eres bendecido. ¡Eres un idiota que se revuelca en sus tragedias!.

—Todo este tiempo…tú…

El elevador subió a su destino final, y lo vieron, esperando por ellos.

—Basta de juegos. Moby-dick va a caer en cuestión de minutos, el único que va a sobrevivir soy yo, gracias a mi poder.

Mientras la pelea se desarrollaba la máquina estaba más cerca de caer, en una descarga de adrenalina ambos lograron asentar un golpe, pero no servía de mucho. La determinación del líder de Guild se basaba en amor, a su familia, muy pocas cosas rivalizan con eso, Akutagawa lo sabía. ¿Cómo podrían vencer a alguien así de fuerte y con tanto compromiso?. Miedo, a perder lo que amas, a perder a las únicas personas que te importan, eso pensaba Atsushi. Nunca fue amado, o como mínimo aceptado, al fin sentía que encajaba con la agencia, cierto, era su hogar. Yokohama era su hogar.

—Akutagawa, ¿Soy un estúpido?, ¿Es una tontería querer escapar de esos recuerdos?— le costó ponerse de pie, pero lo consiguió.

—Si, lo es. Las palabras hirientes del pasado no tienen relación contigo— imitó su acción viendo directamente el tornado frente a ambos.

𝑺𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 [Cʜᴜᴜʏᴀ x OC]Onde histórias criam vida. Descubra agora