𝑺𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 [Cʜᴜᴜʏᴀ x OC]

𝑵𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆𝒔 𝒗𝒐𝒍𝒗𝒆𝒓

Advertencias: Spoilers de Dark era.

Capitulo antes de volver a clases, gracias a las vacaciones pude escribir como 10 más para solo corregirlos :((

~•~

    
La del zafiro caminaba junto a los subordinados directos de Dazai, este la llamo de último momento para tender una trampa. Prometió llegar después de notificarle sus movimientos.
    
—Bueno, su jefe está al tanto de la situación— se puso de pie, para después avanzar a la entrada.
  
Todos los presentes de traje se quedaron callados, decir que les daba miedo era poco, su discurso a detuvo al chocar con alguien —Akutagawa-kun, ¿Cómo estás?.
    
—Bien— era taciturno pero aún así sabía que por su bien debía mostrar respeto.
    
—¿Puedes hacerte cargo?— habló la de ojos verdes.
    
—Dazai-san me dió la orden de vigilarlos cuando usted se fuera— el más alto tapo su boca para toser —Ya puede irse.
    
—Ya veo, de todas formas volveré después de comer— Ambos tenían caras serenas, pero Jane por dentro estaba nerviosa —¿Quieres algo para tu garganta?.
    
—No se moleste.

Salió casi corriendo, podía añadir al menor a la lista de personas que la incomodaban, sin duda estaría en el primer puesto.

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—Exijo una explicación— el de vendas miraba los cuerpos bañados en sangre.
  
—Capturamos a los miembros de Mimic que atacaron el casino con el gas somnífero, uno de ellos se suicidó, pero la señorita logro traer con vida a el resto— el hombre de traje explicaba como terminaron así.
    
—Ya lo sé, conozco las estrategias de Jane— estaba furioso —¿Qué pasó después?.
    
—Verá, uno de ellos despertó antes de lo esperado, nos robó una pistola y mató a sus compañeros, luego nos atacó.
    
—Entonces decidí encargarme de él— el de ojos grises interrumpió caminando hasta su mentor —¿Hay algún problema?.
    
—Ya veo, no ninguno— una risa que asomó por los labios del suicida —Acabaste con el enemigo para proteger a tus compañeros, estuviste espléndido.
    
Todos los presentes estaban en silencio escuchando las palabras de su superior —Sin tus poderes, no habrían derrotado a los rehenes, gracias a ti están muertos y ahora nos quedamos sin pistas— tenía esa mirada aguda, como un cazador acechado a su presa — Si uno de ellos siguiera con vida, habríamos podido conocer más sobre su organización.
    
—¿Querías información?— el de gabardina cerró los ojos bastante confiado —Como si eso fuera a...— Fué callado de un golpe, el más alto le dió un puñetazo que lo hizo caer como mínimo un metro lejos.
    
—Creo que pensaste que me conformaría con una excusa tuya, lamento el malentendido— estiró la mano a su subordinado —Dame tu arma.
    
El hombre no lo pensó dos veces para hacerlo —Un conocido mío cuida huérfanos, si Odasaku te hubiese encontrado, probablemente te habría guiado con firmeza, y paciencia.
    
Unos ojos verdes aparecieron en la sala, aún siendo ignorados por el resto de los personas. Estiró el arma frente al más joven —Esa clase de rectitud no está hecha para hombres como yo, los hombres como yo hacen esto con los inutiles.
    
Disparo tres veces contra el chico, pero ninguna bala impacto en su cuerpo, estás flotaban frente a la figura de Jane —Esto es culpa mía— la del zafiro habló haciendo que los hombres empezarán a sudar.
    
—Vaya, esto es enternecedor— sonrió de lado —No te preocupes no hay deshonra en ser protegido por una mujer.
    
—Dazai— la joven desactivo su habilidad haciendo sonar los casquillos en el suelo —El actuó debido a mi incompetencia—Caminó para quedar a lado de la figura más alta —Si debes golpear a alguien es a mí.
    
El castaño negó divertido —Sería incapaz de golpearte Jane, en cambio, a ti...— tiró del gatillo nuevamente, haciendo que la más baja temblara —El puede hacer más si se esfuerza. Sirve para mucho más que masacrar a los rehenes.
    
El ojigris peleaba por un poco de aire —Nunca lo conseguí hasta ahora.
    
—Para tu próximo fracaso, ella no estará, serán dos golpes y cinco balas— aún con esa cara siniestra empujó levemente a la ojiverde —Muy bien, pequeño zafiro ayúdanos a revisar esto, veamos que podemos encontrar- volvió a su actitud común.
    
—Disculpe, ¿Qué deberíamos revisar?— uno de los subordinados habló.
    
—Todo, huellas, algo pegado en sus ropas, lo que sea— respondió mientras tocaba las ropas andrajosas de los muertos —Demonios, mis subalternos creen que la mafia solo mata a sus enemigos, a este paso Odasaku podría resolver el caso él solo— comentó quitando la capa del cadáveres.
    
—Yo también lo conozco— el hombre de antes intervino de nuevo —Pese a ser un mafioso le faltan agallas para matar a otro, me cuesta creer que se junte con usted Dazai-san.
    
La mirada afilada de Jane se posó en el de lentes —Las agallas no tienen nada que ver en las relaciones, o el amor.
    
—Esto es una advertencia, nunca enfrentes a Odasaku...jamás lo hagan enojar, o todos los presentes podrían morir sin desenfundar sus armas. Akutagawa-kun, no serías capaz de derrotar a Odasaku ni en cien años— recibió un codazo por parte de la más baja.
    
—Eso es imposible, Dazai-san ¿Quién crees que...— el pelinegro perdió la paciencia.
    
—Regresemos al trabajo— Jane acabó con la discusión.
    
—Claro, el enemigo es peligroso, la división sobrenatural nos dará problemas.
    
—Dazai— ganó la atención del ya mencionado —Te traje un poco de comida, mencionaste que no te alimentas bien.

El de vendas arqueó las cejas sorprendido, aún recordaba su plática en el bar.

~¿Sigues siendo atenta conmigo?~

Fragmento perdido.

La oficina del ejecutivo más joven estaba fría, sin importar cuánto ardiera la chimenea, está siempre parecía congelarse.

-Ya tengo los resultados de tu única pista- la de ojos verdes entrego la información solicitada -No esperaba que una hoja nos diera una ubicación tan exacta.

-Solo es cuestión de saber buscar- el castaño jugaba torpemente con un lápiz -Estoy muy aburrido, ¿Y si bebemos un poco?.

-La reunión de los líderes es mañana- Caminó hasta el contrario tomando el lápiz -No puedes emborracharte como siempre.

-En realidad ya no bebo tanto, disfruto más de la compañía de lindas señoritas- recargó su cabeza en las manos -Es más placentero.

-No me sorprende- la de ojos verdes dejo el lápiz de lado -¿Recuerdas todo lo que Mori nos enseñó?.

-Claro, no soy descuidado- el de ojos avellanas sonreía recordando como eran esas épocas.

-Entonces estarás bien- caminó hasta la puerta ignorando la mirada de Osamu.

-¿Sigues enojada?- expresó haciendo que su mano se congelará en la perilla.

-Creo que no- volteó a verlo con esa cara seria -No puedo enfadarme contigo por mucho tiempo, Dazai.

Salió dejando al suicida con las palabras en la garganta -Sigues llamándome así.

Suspiro para después sacar su teléfono, llamó a Oda para informarle de su nueva investigación.

Ambos muchachos habían tomado una distancia masiva desde la que fué su única pelea. Quien sabe, si hubieran permanecido juntos se habrían hecho mucho daño, pero quizá Dazai hubiera gozado su amor por más tiempo.