Capítulo 31

516 36 14
                                    


Habían pasado dos meses desde que Joel rompió relaciones con Zabdiel y las cosas habían sido...inesperadas por decirlo de alguna forma. El magnate del mundo del entretenimiento no se había quedado quieto después de haber recibido la amenaza de Joel y como era de esperarse había puesto una demanda en su contra. Joel en un principio estuvo nervioso, nervioso y preocupado porque aunque Zabdiel no tenía nada en su contra, no realmente, él no quería poner en peligro a Erick, no nunca, no ahora que no estaban solos.

-Solo un poco, prometo que no querré más si me das un pedacito del tuyo.

¿Y qué podía hacer? ¿Cómo era posible que le negara algo al ser más hermoso que había visto en su vida? ¿Cómo podía privarlo de lo que pedía si lucía como un verdadero ángel sobre esa cama? Joel suspiró enamorado pero cortó un pedazo de su carne y la llevó a los labios de Erick. Se sintió renacer cuando el niño gimió complacido mientras saboreaba el rico sabor, el rizado definitivamente mataría por él, por ellos, él no tenía ni una duda al respecto. El menor sobó su minúscula pancita cuando terminó de comer su parte y de nuevo Pimentel cayó, cayó profundo y sin final, cayó donde nunca había llegado y su pecho se llenó de orgullo, no podía estar más orgulloso.

-Vas a convertirte en una cosita redonda si sigues comiendo como cerdito.

-Eso no va a pasar, voy a cuidarme bien para no parecer un elefante, no quiero que dejes de mirarme así de bonito solo porque me pondré gordo.

-Nunca voy a dejar de mirarte como lo hago porque si no te has dado cuenta, estoy enamorado de tí como un idiota. -Y Joel no pudo ser más sincero, era la realidad, él estaba perdidamente enamorado de Erick y nada ni nadie lo cambiaría.

-Yo tampoco, yo realmente te amo y quiero quedarme siempre contigo, quiero que me cuides, que nos cuides. -El rizado pasó su mano derecha por la pancita de su novio, a penas y se podía notar una pequeñita, muy pequeñita elevación pero para él cada centímetro era importante porque ahí estaba creciendo su bebé.

-Siempre voy a estar para ustedes, mírame. -Habló serio, firme, tenía que hacer que Erick no dudara ni un segundo. -Tienes que acabar de comprender que no hay nada en el mundo que me importe más que tú, antes de conocerte solo tenía a mamá pero ahora es diferente y más aún cuando llevas en tu vientre a ese diminuto ser. ¿Entiendes? Jamás permitiré que nada les pase, jamás dejaré que algo dañe a nuestro hijo, jamás, mi amor.

-Pero tengo miedo de como va a terminar todo esto, tengo miedo de lo que pueda hacer Zabdiel o de que...

-Ya bebé, ya. Deja de preocuparte, pequeño. Él no tiene ninguna prueba sólida en mi contra.

-Pero rompimos un contrato.

-Un contrato por el documental acerca de tí, acerca de tu vida. No un documental para mostrarte como un mujeriego. Ese contrato no decía que tenías que hacerte novio de nadie, gracias a Dios nunca llegaste a firmar cuando casi te obligó a hacerlo pero de todas maneras, bebé, la ley está de nuestro lado.

-Pero él tiene contactos, Joey, tiene contactos y eso es peor. -Joel tomó una respiración profunda, el niño tenía razón, sabía que no la tenía fácil, que ese hombre era poderoso y no se iba a detener pero él no se la pondría fácil, no cuando cuando su novio y su hijo dependían de él.

-No voy a dejar que nos gane, tengo las grabaciones del día de la cena, tengo las imágenes, ahí se ve claramente que estabas siendo sometido y eso nos ayuda. También tengo fotos y videos tuyos durante todos esos meses, videos donde se nota que no eres ese chico que él quiso hacer ver. Tengo mucho para defenderme y él no tiene nada, no tiene más que mentiras.

-Tengo miedo, no puedo evitar tenerlo.

-Lo se pero todo va a salir bien, lo prometo.

-¿Y si pierdes tu futuro? Yo no podría vivir sabiendo que tu carrera está arruinada por mi culpa. -Erick estaba llorando y Joel no podía soportar verlo así.

-Erick basta. No quiero que llores más, no quiero que pienses más en eso, le hace daño al bebé.

Y sabía que había usado un tono firme, sabía que tal vez había sido un poco rudo pero el pequeño tenía que entender que si se ponía mal, su bebé podría sufrir y eso no lo permitiría. Dejó la bandeja en la que el resto de su almuerzo aún permanecía y la colocó encima de la mesita de noche, acto seguido tomó a su novio por la cintura hasta hacer que quedara sobre su regazo, ahí lo pegó a su cuerpo y permitió que llorara sus últimas lágrimas. Erick sabía que su rizado tenía razón, llorar no resolvería ningún problema y además...por muy minúsculo que fuera, podía lastimar a su bebé.

-Solo prométeme que si te toca pagar una multa, vas a dejar que yo lo haga.

-Er...no...

-Tengo más dinero del que necesito y al final del día, estás pasando por esto por mí. No te estoy pidiendo permiso, solo estoy diciendo que me prometas que aceptas.

Joel sintió en su piel la firmeza de las palabras de su bebé y se preguntó a sí mismo como podía escucharse tan decidido cuando hacía solo segundos estaba llorando pero no importaba realmente hacer la pregunta, el rizado sabía perfectamente que su pequeño novio era mucho más fuerte de lo que aparentaba, lo había demostrado durante todos estos años cuando tenía que tragar en seco todos sus más dolorosos sentimientos, cuando tenía que esconder del mundo su verdadero sufrimiento. Erick era un guerrero, un guerrero fuerte y valiente que se escondía detrás de una apariencia angelical.

-Está bien, mi amor, está bien pero ahora no pensemos en eso, quedan dos semanas para la audiencia y no quiero gastar un segundo en hacerme líos en la cabeza. Quiero disfrutar a mi novio, quiero alimentarte para que nuesteo bebé crezca bien, quiero simplemente estar contigo, hacerte el amor, ver juntos esas películas malas que tanto te gustan, solo quiero estar así.

-¡Oye! No son películas malas.

Y eso fue suficiente para que Joel sonriera porque esa reacción de Erick, tan infantil, tan genuina y bonita, era lo que buscaba, él solo quería que su pequeño bebé siempre estuviera feliz. El resto de la tarde fue tranquilo, no hubo más momentos tristes ni conversaciones serias, todo fue amor, tranquilidad y paz. Por eso Joel no dudaría en enfrentar a Zabdiel y cualquier otra persona que intentara hacer daño a su pequeño. Joel sabía que el camino sería difícil, que las adversidades estarían en cada esquina esperando, vigilando para atacar como fieras pero él sin dudarlo estaría de pie frente a cualquiera para evitarle el dolor y la pena a la persona más importante en su vida y que ahora llevaba una pequeñita vida de a penas dos meses y medio dentro de su pancita.

 Joel sabía que el camino sería difícil, que las adversidades estarían en cada esquina esperando, vigilando para atacar como fieras pero él sin dudarlo estaría de pie frente a cualquiera para evitarle el dolor y la pena a la persona más importante...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Behind your eyes ll JoerickDonde viven las historias. Descúbrelo ahora