Capítulo 28

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Era la primera vez que entraba a esa habitación y aunque en cualquier otro momento no habría dudado en observarla a detalle para averiguar más de la vida de Erick, de sus gustos, ahora no podía ser menos importante, en este momento solo podía preocuparse por sostener el pequeño cuerpo tembloroso de su bebé.

-¿Quieres tomar una ducha?

Esperó pacientemente por una respuesta que nunca llegó pero no lo forzó a nada, las lágrimas seguían mojando su camisa mientras Erick las derramaba sin consuelo alguno. Joel sabía que había dado un paso muy grande, sabía que sus actos traerían consecuencias pero él estaba dispuesto a asumirlas, a enfrentar al maldito mundo con tal de que su chico fuera feliz, con tal de que nunca más esos hermosos ojos volvieran a llorar. Joel se prometió a sí mismo, ahí sentado con el niño entre sus brazos, que movería cielo y tierra si fuese necesario para pintar de colores la vida de ese ser hermoso.

Tal vez pasaron horas cuando Erick se levantó sin hacer sonido alguno, caminó despacio bajo la atenta mirada del rizado y sin voltear a verlo, se dirigió al único lugar que podía devolverle su paz. Midió la temperatura del agua antes de poner las sales y desvistió su cuerpo con tranquilidad, una vez que estuvo completamente desnudo, se permitió entrar, poco a poco sintiendo como se relajaban sus músculos y el calor lo envolvía sin embargo se seguía sintiendo incompleto.

-Ven...por favor. -Habló para llamar la atención de la persona que estaba en su habitación y esperó por su respuesta.

-Hola. -Lo escuchó cuando al fin llegó al baño y ahora si giró su cabeza para mirarlo, debía admitir que estaba enamorado perdido, que solo él era bienvenido a este espacio que catalogaba como santuario.

-Desvístete...hay espacio para ambos.

Joel supo en ese instante que su niño estaba mucho peor de lo que imaginaba y aunque deseaba preguntar, pedirle que hablara, que dijera todo eso que lo hacía infeliz, prefirió callar, prefirió cumplir con su petición. Deslizó lentamente cada una de sus ropas sintiendo la mirada del pequeño sobre él, en cualquier otro instante habría estado nervioso por el hecho de entrar por primera vez a su lugar sagrado, por estar desnudos juntos a petición de él sin embargo su corazón sabía que nada tenía que ver con lo sexual.

-Er...

-Ven...entra conmigo. -Y Joel lo hizo, obviamente lo hizo, haría cualquier cosa por Erick sin dudarlo.

-Está buena el agua, huele rico. -Habló el rizado cuando sumergió su cuerpo en la bañera, cuando el aroma delicado y suave de las sales se impregnaron en su piel, cuando los latidos de su corazón se dispararon a ver los ojos de su bebé.

-Cuando empecé a modelar y vi como podía generar interés en las personas, cuando vi que les gustaba mi trabajo, creí que era momento de expresarme y ser tal cual soy, era solo un niño que no había pedido conocer la fama, no pedí nada de lo que me dieron pero ya que lo tenía. ¿Por qué no aprovechar para entonces darme a conocer como lo que realmente soy?

-Er, no...

-Hice una portada preciosa para un revista muy codiciada, era preciosa y yo realmente disfruté hacerlo, sentí tanta paz y tranquilidad, por primera vez podía ser yo mismo, vestir como quería, pude expresarme en mis colores, los colores de mi verdad, Joel, yo salí del clóset con orgullo, sin temores, sin importar el que dirán porque yo estaba feliz, feliz de ser quien soy, porque no me daba vergüenza decir que era gay aún cuando nunca me había tocado un chico.

-Er...no sigas.

-Aún guardo esa revista porque fue el paso más grande que di en mi vida y creí que la gente me aceptaría, creí que encontrarían bien que alguien tan joven fuera tan valiente y aunque realmente no me importaba la aceptación del público, la de mis padres era todo para mí y yo...yo deseaba tanto que estuvieran conmigo, que me ayudaran a ser feliz, que estuvieran orgullosos de mí pero...pero fueron ellos los que rompieron mi corazón.

Behind your eyes ll JoerickWhere stories live. Discover now