CAPÍTULO 31

175 37 3
                                    

Una semana después cuando mi bebé ya tiene el peso adecuado, nos dan de alta y mi apartamento es un caos total. Todos ahora pasan más tiempo conmigo y están a punto de enloquecerme.

Busco por todos los medios una manera sencilla de hablar con mi familia y decirle lo que pasa, ya que estos son los únicos que no saben nada de lo ocurrido y no quiero que se enteren por otro medio diferente a mí. Cuando por fin logro tomar fuerzas llamo a Bea, comenzaré por ella para que esta le cuente de mejor manera a mi abuela, pero cuando recuerdo cómo Bea le dio la noticia a Juan, me arrepiento y llamo a mi abuela, es mejor que yo se lo diga.

―Hija mía, que bueno que llamas ―contesta en el primer tono.

―Hola mamá, ¿cómo estás?

— Acá todo de maravilla.

Se escucha feliz. 

―Qué bueno abuela, me alegro mucho de que todo esté estupendo por allá.

— ¿Cómo van las cosas? ¿Damian? ¿Emma? ―Me pregunta.

— Abuela, por acá todo está bien, pero te llamaba para contarte algo ―digo

— ¿Qué pasa tesoro?

―Abuela, yo....

Pienso como decirle para que ella no se asuste.

―Dímelo ya mi niña.

―Eres abuela ―digo, obviando todo lo demás que ha pasado.

Eso no creo que deba decirlo por teléfono.

―Claro que soy abuela, el pequeño Diego está cada día más divino y me lo llevo conmigo todos los días al restaurante mientras tu tía Bea trabaja, es tan hermoso.

―No me refiero a Diego.

― ¿Entonces te refieres a la linda Emma? ―Pregunta y mi corazón se aprieta.

Todos amamos a esa niña.

―No mamá, te hablo de mí.

— ¿Qué si soy tu abuela? Claro hermosa, soy todo lo que tú quieras.

Esto está siendo más complicado de lo que pensé.

―No me refiero a eso mamá, te hablo de mi bebé ―le digo mientras April duerme en mi regazo y yo la miro feliz.

― ¿Vas a tener un bebé? Es la mejor noticia que me has dado cariño, otro bebé en la familia.

―Si abuela, pero hay algo más que debo decirte.

— ¿Todo está bien? No me asustes.

— Tranquila, todo está bien.

De pronto las gemelas entran gritando a la habitación y la pequeña April comienza a llorar.

— ¿Quién es ese bebé que llora? ―Pregunta mi abuela.

―Mi bebé, tu nieta ya ha nacido ―digo.

Las gemelas al escucharme hacen silencio y Emily, tomando a April en sus brazos la saca de la habitación mientras la calma.

Al instante, noto que mi abuela aún no ha pronunciado palabra.

— ¿Abuela, sigues aquí? ... ¿abuela?

Al no escuchar respuesta me preocupo, miro mi teléfono y la llamada aún está conectada.

— ¿Abuela?

―Hola mi piojis hermosaaaa.

―Tía hola ―respondo desconcertada.

ESCLAVA DE TUS  BESOS. [COMPLETO] Libro 3.Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ