CAPÍTULO 24

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Tomo a Emily en el caballito y a Emma de la mano mientras el dolor se intensifica cada vez más, pero, aun así, camino hacia la puerta sin importarme nada mientras agarro el collar de Caries y rezo porque no ladre. Abro la puerta y la sala de la casa está sola, mientras en el cuarto del lado se escuchan unos gritos de placer.

¡Serán imbéciles!

Camino lo más rápido que puedo y cuando llego a la puerta principal la abro, y de inmediato, una fuerte alarma comienza a sonar y yo salto espantada.

Miro hacia afuera y la oscuridad yace, pero en cuestión de segundos y justo cuando voy a salir, veo como dos gorilas se acercan a mí, seguido por Nick que sale de la habitación sin camisa, apuntándonos con el arma.

― ¿A dónde creen que van sabandijas? ―Nos grita, mientras bajo a la niña y la coloco a mi lado.

Suelto el collar de Caries y le digo que se quede quieto, mientras me sobo el estómago para calmar el dolor.

―Nos íbamos de paseo ¿No lo ves tarado? ―suelta Emily de pronto.

¡Ay, Dios!

¿Esta niña cuando aprenderá a quedarse callada.?

Nick niega con la cabeza y nos mira con odio, de un momento a otro pasa la mirada por detrás de nosotros y grita:

―Ni siquiera den un paso más o se mueren.

De inmediato volteo y veo a Damian, Marcus, Alex, Sergio y un montón de policías, pero todos con la rabia visible en la cara no escuchan y corren hacia nosotras.

― ¡Papá! ―Grita Emma al ver a Damian que corre hacia ella.

La niña se tapa la boca aun sin dar crédito a lo que ve, su papá está vivo, es real.

―Tu único padre soy yo ―dice Nick enojado al ver la reacción de la niña que lleva criando algunos años.

―Sabes, te quise como uno, pero después de enterarme de la verdad solo te repudio, aunque no puedo negarlo, Damian, siempre ha sido el único y verdadero ―dice esta.

Nick no se hace esperar y cada vez más enojado por lo que las niñas le dicen, se acerca más a nosotras y nos apunta, lo que hace que dirija la mirada hacia ellos y pegue un grito para que se detengan.

Nos harán matar.

¡Mierda!

―De aquí no salen vivas y de eso me encargo ―dice Nick jalando el gatillo, mientras yo me volteo lentamente y abrazo a las niñas.

¡A ellas no!

Escucho el disparo y pienso lo peor, mientras Emma y Emily gritan desesperadas en mis brazos.

― ¡No!

―Mamita, ¡no!

Aterrada volteo hacia Nick y veo como Caries cae a los pies de este ensangrentado. De inmediato, agarro a Emily con más fuerza, ya que quiere ir hacia Caries.

Nick levanta la vista y no deja de apuntarnos.

―Tu estúpida mascota me ha hecho desperdiciar una bala, pero tranquilas, tengo más aquí para ustedes.

Cuando Nick se prepara a disparar de nuevo por fin le digo:

―Estás muy equivocado con respecto a tu aliada, y así como tú me iluminaste yo también lo puedo hacer, así que debes escucharme, porque si me matas nunca sabrás toda la verdad.

―Habla de una vez, pero no lo olvides tienes los minutos contados.

Sin más, y rogándole a Dios para que todo salga bien le suelto:

— ¿Sabes quién fue la culpable de que Elena se acostara con Damian en el club?

Al escucharme abre los ojos incrédulo de que sepa sobre eso, pero feliz por su reacción continúo:

―Tu querida y adorada suegra.

Me mira confundido y prosigo, bajo la mirada de una Casandra descubierta.

―Pensé que sabías que Casandra era la madre de Elena, esa que la drogó para acostarse con Damian, esa que le hizo creer que tus hijas eran de él, esa que te alejó del amor de tu vida, ese que tanto reclamas y que tanto has vengado.

―Mata a esa perra ya, no ves que está ganando tiempo para que nos maten ―grita Casandra tras de él intentando quitarle el arma.

― ¿Tu como sabes eso? Tienes cinco segundos para responderme.

―Tengo una carta de Elena.

Es lo único que se me ocurre decir, y sin más saco la carta de mi escondite, pero cuando este viene hacia mí, Casandra lo detiene y yo miro hacia atrás aterrada.

A Casandra no le temblará la mano para matarme enseguida.

Veo a la policía acercarse con cautela, pero miro a todos lados y ni el polvo de los chicos; Casandra le dice algo a Nick en el oído, mientras este les pide a los gorilas que cierren la puerta y nos aten, pero antes de que estos puedan tocarnos veo cómo los chicos salen por una puerta trasera y se lanzan sobre ellos. Damian con Nick, Sergio y Alex a los gorilas, y Marcus a Casandra quién no deja de gritar. Y agarro a Emily que solo llora, mientras ve a su mascota tendida en el suelo.

El caos se forma en el lugar, Marcus tiene a Casandra de tal manera que hasta respirar sería doloroso. Veo como Alex y Sergio pelean con los gorilas y estos no se quedan atrás en los golpes; miro a Damian, que forcejea y se da golpes con Nick a muerte.

¡Oh, mi Dios!

En un abrir y cerrar de ojos veo como Marcus suelta a Casandra para patear el arma que Nick piensa coger, y esta sale en mi dirección, pero apenas invade mi espacio me olvido del mundo y la golpeo con todas mis fuerzas.

¡Ya le tenía unas ganitas!

Marcus intenta separarnos, pero esa alimaña se ha aferrado a mi cabello y me mata el dolor, mientras la gata que llevo dentro sale de mí y le marco la cara.

―Te acordarás de mí toda la vida perra, esto va por Emma, Emily y su familia ―le digo enterrándole las uñas, mientras esta me suelta el cabello y grita de dolor.

Marcus me la quita de encima mientras las niñas le tiran la pistola a Damian, y instantes después, Marcus abre la puerta para dar aviso a la policía que corre hacia nosotros, pero de la nada se escucha otro disparo y siento como algo caliente recorre mi pierna. Miro hacia ella y veo mi jean empapado de sangre. De inmediato se escucha otro disparo y el susto me invade por completo, agacho mi cabeza y un chorro de sangre sale de entre mis piernas.

Me quedo en shock.

¡Dios mío!

Escucho otro disparo y en ese instante, veo como la policía entra por diferentes partes de la casa, volteo a ver cómo están los demás y veo a Nick en el piso y a Damian con el brazo ensangrentado, mientras le apunta y lo desarma.

―Vete al infierno ―Es lo último que dice, cuando la policía llega a él y le quitan la pistola antes que este pueda rematarlo.

Desarman a Casandra que no se en qué momento sacó otra pistola y esta se enloquece, comienza a darle golpes a todos mientras la policía llega a controlarla, y de pronto siento unas manitas que me tocan y al mirarla veo a Emily espantada que grita al verme llena de sangre.

―Ayuda, ayuda ―Se desespera la niña, mientras yo sigo muda al ver la escena.

ESCLAVA DE TUS  BESOS. [COMPLETO] Libro 3.Where stories live. Discover now