CAPÍTULO 13

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En ese momento todo comienza a tener sentido, por eso reaccionó así al ver las fotos. Su mujer lo traicionó con su hermanastro, de paso es el padre de sus hijas y sin pedir más, me ve a mí en una situación nada favorable con el mismo hombre.

Es como si se repitiera la historia.

¡Mierda!

Miro a Damian y sus desolados ojos me indican que lo que viene no es bueno.

―Se metió con lo que más amaba y me lo arrebató para siempre, me quitó la dicha de ser padre y la felicidad por mucho tiempo ―suspira y acomodándose en la silla añade: ―Y cuando por fin vuelvo a ser feliz, ese infeliz viene y...

Baja la cabeza y se pone las manos en la cara, mientras todos lo miran y yo cierro los ojos, se ha dejado llevar y las ha cagado a lo grande. Minutos después y para sorpresa de todos, se levanta furioso llevándose consigo la mesa con todos los equipos.

―Cuando encuentre a ese malnacido... ―grita fuera de sí, pero al ver mi cara de espanto camina hacia mí, y pasándose las manos por la cabeza dice: ―Eli, mi Eli yo, yo...

Pero no lo dejo terminar, no puedo, no puedo.

―Lo pasado pisado y enterrado, lo nuestro ya no tiene cabida aquí, ahora lo que importa es la niña. ―Me aparto de su lado y salgo al patio a tomar aire.

¿Qué esperaba?

¿Me pide perdón y perdonado? Él está loco, pero de remate.

Lo nuestro se acabó y no hay vuelta atrás, lo que pasó en ese baño fue un desliz que quedo borrado junto con la memoria de Damian.

El médico me llama y nos dice algo que nadie puede creer, a Damian lo estaban envenenando con un veneno muy poderoso, pero que no le ha causado un daño grave en su organismo ya que se lo estaban dando hace poco y en pequeñas cantidades. De inmediato todo el mundo enloquece y por orden de Damian inspeccionan cada lugar de la casa, mientras a él le colocan varios medicamentos y hace traer una mini clínica a su casa. Sin su hija él no sale de aquí.

Para sorpresa de todos al llegar a la habitación de Casandra encuentran no solo la droga y el veneno, sino también un diario. Sin importarme nada lo tomo y lo leo, pero en este solo veo el nombre de Damian, en cada página, en cada espacio libre Damian aparece, en cada frase, en cada renglón y la obsesión es palpable, y más cuando leo:

<Fue de ella porque así yo lo quise, y dejó de serlo también por mí, él no puede ser de nadie, y todo lo que se acerque a él, recibirá un castigo peor que la muerte...>

Todos enloquecen al darse cuenta de lo que ocultaba.

¡Que clase de loca vivía en esta casa?

Maldigo por dentro al no haber aceptado alguna de sus salidas con sus amigas, seguro ahí me hubiera dado cuenta de algo.

Pasan dos días de agonía y desespero, vuelven armar el centro de control y en las noticias sale la foto de Emma, mientras todos lloramos afligidos y seguimos con la búsqueda. Cada minuto que pasa me desespero más y me siento peor.

No puede ser posible que la puñetera regla, me vaya a venir justo en estos momentos ―pienso, cuando un dolor en mi abdomen comienza.

Thalía se acerca a mí y me pide que recuerde algo, lo que sea, algún indicio que nos pueda llevar a ella, pero yo estoy completamente bloqueada, así que cierro los ojos y revivo las escenas, pero él jamás me dijo nada que me hiciera sospechar que conocía a alguien de esta familia, es más, siempre evadió cada una de mis preguntas.

Todos estamos en la sala pegados al televisor y al puesto de control, esperando que alguien llame o den alguna información, pero nadie dice nada y el desespero está acabando con nosotros. Me pongo de pie y camino de un lado a otro, mientras pienso algo que nos ayude, pero de pronto el malestar en la cintura vuelve y un grito de dolor se me escapa.

― ¿Qué tienes? ―Pregunta Thalía mientras corre hacia mí.

―Tranquila, creo que el periodo me va a cobrar factura por suspender las pastillas, tengo algunos días con cólicos, ya pronto me llegará.

Creo que lo que hice con Damian hace días lo ha empeorado todo ―pienso, al sentir el dolor cada vez más fuerte.

Marcus me toma del brazo y me sienta en el sofá.

―Tranquilízate por favor, necesito que pienses y recuerdes algún lugar donde quiso llevarte o algo que mencionara.

Niego con la cabeza, porque él nunca me dijo nada. ¡Nunca!

Apenas me topé con él un par de veces y eso solo sirvió para que tomara las malditas fotos, para nada más.

―Él está muy cambiado señor, cuando coincidimos en el bar no lo reconocí, debe tener unas cuantas cirugías o se camuflaría con maquillaje, porque ya no lleva esa cicatriz―interviene Alex de pronto y yo me hago una imagen de Nike en la cabeza: Alto, cuerpo achocolatado, ojos verdes, cabello castaño oscuro un poco largo y muchos tatuajes. 

―Busquen en todos los hospitales información que nos sirva, pero ya ―dice el detective O'Connor.

―Sigan tratando de localizar el teléfono y las tarjetas de la sospechosa, si la encontramos a ella también a la niña, busquen los últimos lugares que ha frecuentado ―dice el teniente López.

De pronto al escucharlo se me prende la bombilla y me regaño mentalmente por no haberme acordado de eso antes.

 ¿Cómo es posible que haya sido tan tonta? 

A ese era el primer lugar al que debí ir. 

Me paro de un brinco para ir por Emma, pero al instante me mareo y caigo al piso.

ESCLAVA DE TUS  BESOS. [COMPLETO] Libro 3.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt