— Has estado inconsciente, Emily — dijo su padre —. El Sr. Malfoy ha mandado por nosotros desde el primer día.

Necesitaba recuperarse lo antes posible. Odiaba sentirse débil, enferma y sin recuerdos. Volvió a incorporarse sin importarle el dolor que aún estaba presente en todo su cuerpo. En sus huesos, en su piel y tendones.

— Gracias por estar aquí.

Horas después, Phia le había traído la comida a Emily. Se quedó varías horas platicando junto a sus padres; poniéndose al día sobre el negocio de su padre y las cosas en el exterior. Feyre se tiró junto a ella y le habló sobre sus clases y cómo le estaba yendo.

— Dicen que soy una bruja maravillosa.

— Eso es excelente. Estoy muy orgullosa de ti, Feyre.

— Yo también lo estoy de ti.— dijo la pequeña.

— ¿De mi? ¿Por qué?

— ¡Porque estás viviendo como una princesa!

Emily rió ante la respuesta de su hermana.

— ¿Y la familia Cattermole? — preguntó a su madre, sintiendo un nudo alojarse en su garganta.

— Al principio estaban devastados, ahora tratan de llevar la situación...

— Hmm — asintió —. ¿Y asistieron al funeral de Thomas?

— Sí, hemos estado presentes.

— Tenía una novia, ¿no?

Se odiaba por preguntar una cosa así, pues ahora era lo que menos importaba. Sin embargo, su corazón le pedía a gritos la respuesta.

— Sí. Él estaba ahorrando para casarse con la muchacha.

— ¿Y quién era? ¿La conocemos?

— La hija de los Cameron.

Emily volvió a asentir. La conocía, era una muchacha de la misma edad de Emily. Un poco más alta que ella, con los ojos claros y el cabello del color de la miel.

Las lágrimas le picaron los ojos y comenzó a parpadear para ahuyentarlas.

— Gracias por estar aquí.— repitió.

Cuando sus padres dejaron su habitación para volver a casa, Emily los abrazó a todos, sintiendo una opresión en el pecho.

Acto seguido Emily se puso en pie sin aguantar un minuto más en la cama. Le pidió a Phia amablemente que saliera de la habitación y la dejara sola por unas cuántas horas.

Se detuvo frente al espejo de cuerpo completo y observó su rostro en éste.

Tenía un parche sobre la frente y otro sobre su mandíbula. Lentamente colocó la mano sobre su frente y comenzó a despegar el parche poco a poco, dejando ver un corte aún fresco y rojizo. Hizo lo mismo con el parché de la mandíbula, y al final recogió su cabello y vio otro parche que estaba situado un poco más arriba de su nuca.

Gracias a la pócima, Emily se sentía un tanto mejor. El dolor había disminuido y se podía mantener en pie sin necesidad de marearse o sentir náuseas.

Comenzó a quitarse la ropa. La playera de algodón y los pantalones. Entonces vio su cuerpo completamente magullado. Sus piernas estaban llenas de varios moratones y cortes que a la larga dejarían cicatrices.

«Más cicatrices».

También habían algunos sobre su estómago, sus caderas y espalda baja. En conclusión, estaba hecha polvo.

Love and Darkness | Draco MalfoyWhere stories live. Discover now