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Había pasado casi un mes, y ya todos sabían la verdad.

Ryujin llegó a casa ese día junto a su verdadero amor, explicó lo sucedido a sus padres y aunque estos se sintieron dolidos por las mentiras y errores de su hija, la apoyaron brindándole consuelo mientras le prometían que todo estaría bien.

Difícil fue aceptar a un nuevo yerno, conversaron con Hyunjin muy dudosos pero aquel tímido chico que conocieron ahora lucía más seguro.

Había procurado no mostrarse nervioso y así darle una buena imagen a sus suegros, estaba dispuesto a quedarse junto a Ryujin y a su bebé esta vez. Era su responsabilidad, y también su deseo.

Puesto que amaba a las dos, las cuidaría siempre.

La familia Lee terminó por enterarse también aquel día. Todos decidieron apoyar a la pareja a pesar de lo que hicieron, eran jóvenes y cometieron errores pero ahora los estaban afrontando por lo que su deber era estar con ellos como hacen las familias que se aman.

La única persona que faltaba era Minho.

El mayor no apareció por ninguna de las dos casas, quería mantenerse alejado de esa situación. Avisó a sus padres para no preocuparlos que estaría viviendo con Changbin, sus amigos también supieron lo sucedido y estaban apoyándolo.

Se sentía agradecido con ellos por no dejarlo solo, aunque deseó irse lejos para tratar de sanar su corazón en soledad. Era mucho mejor ahora que ellos estaban a su lado.

Sus vidas estaban volviendo a la normalidad, con sus conocidas rutinas. Estudiaba como siempre y trataba de dar lo mejor de sí para terminar este ciclo con calificaciones perfectas.

Por mientras, en casa de los Han cuidaban mucho a Ryujin que estaba en sus últimos meses de embarazo.

Hyunjin no la dejaba sola nunca, no era el mejor cocinando pero se esforzaba por engreirla. Estaba esforzándose mucho y sus suegros lo notaban, podían ver qué amaba a su hija y su nieta por lo atento, cariñoso y protector que era a su corta edad.

Ambos serían padres cumpliendo pronto los 20, tenían la suerte de contar con el apoyo de sus familias y una economía estable.

Si podían darle una buena calidad de vida la bebé, bienvenida sea.

Jisung decidió quedarse un tiempo más con su hermana, vigilando un poco a su nuevo cuñado que no tardó en caerle bien. Además confiaba en él por el solo hecho de ser Lee.

Y es que no sacaba a Minho de su cabeza.

Constantemente pensaba en cómo lo suyo acabó tan dolorosamente, pensaba triste en lo lindo que hubiera sido estar juntos en circunstancias diferentes. Era tan lamentable haberse encontrado en el momento equivocado.

Sentía dudas sobre los sentimientos del mayor, aunque negó que lo usó por venganza aquel día no pudieron hablar más y necesitaba escucharlo.

Pero sabía que si lo veía sentiría tontas ilusiones en su corazón ahora que estaba soltero. Seguía siendo una situación complicada, pero si estaban juntos ya no era algo inmoral o incorrecto.

Y se negaba a desear eso o permitir que pase.

Pronto volvería a Canadá, ya tenía su boleto de avión comprado y la próxima semana estaría volando de vuelta a su hogar. Triste de dejar a su familia, pero aliviado de alejarse aquella persona que tanto amaba pero quería olvidar.

Estaba en el jardín de su casa, acompañando a Ryujin. Miró a lo lejos su cabaña y se le erizó el cuerpo.

Había recordado esa noche tan especial, junto a Minho. Su piel parecía quemar porque podía sentir aún los besos y caricias que el mayor le dió.

#little lies ;; minsungWhere stories live. Discover now