#little lies ;; minsung

24

Jisung caminaba confundido por un malecón mientras miraba su celular y buscaba un punto en específico.

Hace un rato que Minho lo llamó y le dijo que vaya por él, además lo había escuchado extraño. Su voz estuvo algo entrecortada y podía jurar que se quebró por algunos momentos.

Cuándo bajó a la playa vio que estaba vacía, ya que era tarde para que estén por allí algunas familias.

Y ni siquiera era verano.

Fue fácil encontrar a Minho, lo vio sentado en la arena, abrazando sus rodillas y haciendo garabatos en el suelo con una de sus manos. También miraba al mar cómo si estuviera pensando profundamente en su vida o reflexionando, un poco acertado sobre lo que pasaba en la cabeza del mayor.

Estaba muy nervioso, no se habían vuelto hablar desde los besos que compartieron la noche pasada y no sabía siquiera para que había sido llamado.

Además del hecho de que estaban ellos dos solos, aunque en secreto pensaba que esos momentos que tenía con Minho a solas extrañamente terminaban bien.

Caminó lento y se paró junto a él.- Hey...

Habló luego de quitarse la mascarilla, entonces sus miradas se encontraron y Jisung sintió su corazón estremecerse al notar algo rojizos los ojos de su mayor. Pensó al instante en si había estado llorando antes, idea que no le agradaba para nada.

Se sentó un poco más atrás, con sus piernas estiradas.

Pero se inclinó hacía adelante y lo miró sin vergüenza, buscando en su rostro más indicios de su teoría. Había llegado muy nervioso, ahora olvidó todo.

Con su ceño fruncido y sus labios abultados lucía confundido, pero no se atrevía a iniciar una conversación.

- Deja de... verme tanto.- Habló el contrario.

- Perdón, pero ¿Está... todo bien?

Ahora Minho fue quién frunció el ceño y asintió cómo afirmando algo obvio, pero el menor seguía sin creerle. Sólo dejó de verlo para admirar así el paisaje en su delante y apoyándose hacia atrás con sus brazos.

Lee realmente estaba siendo fuerte para no ponerse a llorar de nuevo, creyó entonces que fue una mala idea llamar a su cuñado.

Desde que lo vio había comenzado a sentirse mucho más sensible que antes y sólo quería lanzarse a él mientras lloraba desconsolado.

Ridículo.

Se arrepentía de haber actuado impulsivamente, ya que en su momento de tristeza lo único en lo que pensó fue en Jisung.

Y lo mucho que necesitaba su presencia junto a él.

- Gracias por venir por mí... M-me perdí, no conozco este lugar y-

- Está bien, por cierto... Ryujin llegó a casa cuando iba saliendo. Estaba con tu hermano.

Realmente eso era lo último que quería escuchar en ese instante. Pero no lo podía culpar, no lo hacía a propósito ya que él no sabía nada.

- Lo... encontramos en el Centro y se ofreció a llevarla. Yo quería caminar y... No recuerdo ni cómo llegué aquí.

- Tonto...- Dijo y el mayor volteó molesto.- Bromita.

Le sonrió dulcemente y fue imposible seguir sintiendo enojo, rápidamente le había sonreído de vuelta sin darse cuenta de ello.

No había notado que el menor estuviera tan cerca.