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Minho se levantó en la madrugada, con una molestia en su entrepierna.

Estuvo muy avergonzado al darse con la sorpresa de ver esa erección en sus pantalones, estaba muy duro y excitado sin razón que el reconociera.

Nunca antes había tenido esos "sueños húmedos" típicos en la pubertad y en muchos adolescentes, a él extrañamente no le había pasado jamás. Era totalmente inexperto y ajeno a esas sensaciones.

Pero no era tonto, supuso que para volver a relajar a su miembro debía estimularse y no estaba seguro de cómo. Incluso intentó volverse a dormir e ignorar por completo su erección, pero de verdad le incomodaba y además quería experimentar un poco.

No recordaba que había soñado para lograr excitarse, así que sólo usando su mano empezó a tocarse buscando satisfacerse, no tuvo éxito al inicio pero luego de unos masajes extraños encontró una manera de seguir.

Tomó una de sus almohadas y descaradamente empezó a empujar su erección contra ella. Esa sensación lo había hecho sonreír de placer, la presión en su miembro y el movimiento de sus caderas habían logrado que se estimule lo suficientemente como para ensuciar un poco de su pijama.

No negaba que por más vergonzoso que era haber embestido a una almohada, le habían fascinado las emociones nuevas en él. Pronto había dormido aún con el objeto atrapado en sus piernas y sus manos que inconscientemente la acariciaban imaginando una cintura.

...

En la mañana siguiente, había llevado un ligero desayuno al cuarto de su hermana. Una disculpa disimulada y secreta por lo de la noche anterior.

Jisung ya había regresado de su rutina de ejercicios y esperaba que Ryujin termine para ir a lavar los trastes que ensució. Mientras hablaban un poco acerca de sus estudios musicales en Canadá, lo cuál le había recordado que tenía una guitarra en casa.

Asumió que luego de viajar la habían guardado en su anterior cabaña. Dónde estaban algunas de sus pertenencias de su infancia, y también de su hermana.

Definitivamente iría a hechar un vistazo allí luego de terminar de lavar, ahora en la cocina. Pero de pronto sintió que ya no estaba solo.

- Oye, Jisung ¿A qué hora haremos el Poutine?

Minho pensó entonces que debía disimular su entusiasmo porque podría verse extraño. Su cuñado había volteado a verlo riendo un poco y le dió una sonrisa sin mostrar los dientes.

- ¿Hoy estarás libre todo el día? - Minho asintió.- Bien, los fines de semana no comemos tan temprano lo sabes ¿2 y media?

- Perfecto...

Sonrió y se acercó con un trapo a secar los platos que Jisung iba dejando luego de lavarlos. Pasaron unos minutos haciendo eso, y el menor no dejaba de mirarlo de reojo porque ¿Cómo lograba verse tan bien si sólo estaba secando vajillas?

Para evitar seguir admirando no muy apropiadamente a Minho, se había apurado en terminar y luego se dirigió al jardín por el llamado de su madre quién necesitaba ayuda en cambiar de lugar algunas macetas.

Minho por otro lado subió a su habitación a perder el tiempo hasta la hora de hacer la comida, había ido a preguntarle a su novia si necesitaba algo o si podía acompañarla pero ella dormía nuevamente.

Otra vez solo en esa casa, pero esta vez coincidentemente su celular recibió algunos mensajes.

Seung; Hyung!! Cuéntame cómo le fue con su cuñado ayeer :D

Bin; Yo también quiero saber, me invitarás de su Poutine?

 No hicimos nada ayer :(

#little lies ;; minsungWhere stories live. Discover now