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Llegó casi corriendo a la cabaña.

Abrió la puerta algo dudoso, pero terminó por ingresar sin esperar una confirmación, sólo se apresuró en llegar a Jisung y abrazarlo muy fuerte. Le destrozó el verlo sentado en una esquina sobando sus ojos llorosos.

Y cuando Han sintió unos brazos rodearlo más el conocido aroma de su cuñado, sonrió. Era justo lo que necesitaba, sentir de su apoyo y amor lo repondría rápidamente.

- Pensé que le gustaría... Pero no debí hacer esto.- Le comentaba triste.

- Tranquilo, tu intención fue buena y eso es lo que vale.- Se separó y terminó por secar sus mejillas.

- Aún no me perdona, y me odiará por siempre. Era una niña cuando me fui, sabía que debía protestar y quedarme a su lado... Pero no lo hice, tengo merecido su odio.

Minho negaba repetidas veces.- No hables así, Ryujin no te odia... Tal vez siente un poco de rencor pero eres su hermano después de todo.

Sus palabras de consuelo y ese dulce tono de voz hacían que el corazón del menor se sienta mejor.

- Estaba muy alterada ¿Está mejor ahora? No quiero que se ponga mal...

- Está durmiendo, descansará un poco y creo que saldrá con tus padres pronto así que se va a distraer. Estará bien...

- Nunca la vi llorar así, ni nunca me habló de esa forma.- Se lamentó.

- Sabes que está mucho más sensible por el embarazo, no quiso tratarte así. Estoy seguro.- Le besó la frente.- Hablen luego y hagan las pases ¿Bien?

Jisung asintió, se dejó consolar por el mayor mientras pensaba en que debía pedirle unas sinceras disculpas a su hermana.

Nunca hablaron de aquello antes, no seriamente, sentía que no se expresó nunca de manera correcta y quería poder decirle cuanto sentía haberla dañado. Le iba a prometer ser un mejor hermano mayor.

Tal vez para serlo debía sacrificar sus propios sentimientos.

Miró a Minho con mucho amor, realmente no quería dejarlo jamás porque le gustaba mucho, le encantaba todo de él y estaba totalmente enamorado. Nunca antes experimentó un enamoramiento tan puro y real.

Cariñó sus mejillas y pensó en sus próximas acciones pero fueron interrumpidos por un teléfono.

Minho contestó.- ¿Si? Oh, sí, sí. Le avisaré ahora mismo, no se preocupe...

- ¿Era mi mamá?

- Si, iré a decirle a Ryujin que se aliste para su salida. No te vayas, regreso rápido.

Dejó un beso en su nariz y salió de la cabaña. Sería veloz con sus deberes porque quería volver a acompañar a su menor, además que pronto estarían solos en casa.

Jisung se levantó de su sitio y subió a la cama de una pieza que no llegó a deshechar.

Pensaba profundamente en lo que estaba haciendo con su cuñado, otra vez estaba lastimando a Ryujin indirectamente y sería peor si los llegaban a descubrir. Sin embargo, no estaba en sus planes acabar con ese romance.

No podría detener nunca la boda, mucho menos a la bebé que iba a nacer. Ella terminaría siendo la esposa de quién amaba y no podía interferir.

Luego de todas esas celebraciones, iría a Canadá nuevamente y dejaría atrás a Minho. Era así como se supone que terminaría su aventura, no había un final feliz, pero disfrutaría lo que tenían hasta ese momento.

#little lies ;; minsungWhere stories live. Discover now