¿Por qué la princesa le daba solo carne de comer al mago ancestral?

Capítulo 17: Kairosclerosis

''Y se feliz. Pero no por alguien. Tampoco por algo. Quizás con alguien. Pero mejor se feliz, porque, al fin y al cabo, es lo que mereces''

—Mario Benett

''Cuando se trata de ti, siempre quiero más''

—Danns Vega

—Estos días han sido una locura—declaró la dama de cabello lila antes de dar una ligera mordida al colorido macarrón en su mano.

—No me lo recuerdes...—secundó Top a su lado, observando ociosamente la amplitud del cielo. Luego del extenso caos y desasosiego, poder sentarse allí y disfrutar del silencio se sentía casi irreal.

La creciente crisis en Obelia causada inintencionadamente por el egoísmo de un solo hombre, fue manejada con destreza. Sin embargo, el infortunio que fue detectado y enfrentado en un mismo día tardó más de tres semanas en ser mitigado y erradicado completamente del imperio.

Y para empeorar las cosas, los días posteriores a que el culpable fuera atrapado, la conmoción en la ciudad imperial llegó a su cúspide. La noticia de que el criminal detrás del mal que asediaba a Obelia había sido capturado, fue incapaz de contenerse.

La información se expandió como pólvora, hasta llegar a oídos de los angustiados ciudadanos y mucho antes de lo esperado, las turbas furiosas exigiendo justicia se formaron en las puertas de la ciudad imperial.

Seth no lo había visto por sí misma, pero la violencia causada por el resentimiento remanente en el pueblo obeliano, fue un tema muy controversial en el Rubí en esos días.

Sin embargo, aquella oleada de cólera colectiva fue mitigada al conseguir su objetivo, el anuncio de la ejecución pública del villano, Edgard Forest.

El perpetrador que había cometido tal nefasto crimen fue privado incluso de un juicio formal y por lo que ella sabía, su destino fue determinado por el emperador, siendo precedido por los miembros del consejo y representantes de la torre, entre ellos el mago imperial.

—Lord Lucas ha trabajado duro—ofreció casualmente la doncella, dejando que sus ojos amatistas se muevan por el vibrante jardín. El pasto verde y de aspecto suave resplandecía bajo los brillantes rayos solares. El área ubicada en una zona casi aislada entre el Gaze y la torre de magos carecía de flores en su totalidad, a diferencias de otros lugares de la ciudad imperial. Sin embargo, el corazón de Seth siempre se inundaba con un peculiar sentimiento de paz las veces que visitaba el recóndito espacio.

Aunque quizás, aquella sensación solo se deba a que Toperyan estaba a su lado, después de todo, ella acudía únicamente a aquel sitio cuando se reunía en secreto con su amante...

Seth no estaba segura, y si así fuera, jamás lo admitiría.

—Si, por esa razón ambos decidimos tomar un descanso y dejar al Líder Gerald a cargo—respondió Top, terminando el bocadillo en su mano. —... Quizás en este momento Lucas está visitando a la princesa.

—Si, ellos se llevan bastante bien...— respondió la dama con cuidado, sin atreverse a revelar nada. Pese a que en el interior del Rubí era un secreto a voces la relación entre la princesa y el mago real, y corrían rumores sobre su grata cercanía en la nobleza y alrededor de la ciudad imperial, ninguno de los sirvientes de su palacio divulgó información de su residencia o su señora al exterior.

Seth, sabía que el joven mago y Top estaban en muy buenos términos, sin importar las veces que su prometido despotricaba duramente a quien ella consideraba como el educado y amable hombre que cuidaba de su princesa.