Capítulo 13: Obsesión

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''Algunos tienen desgracias; otros, obsesiones. ¿Quiénes son más dignos de lastima?''

Emil Cioran

El joven Alpheus, era el único hijo y heredero del influyente y rico duque, Roger Alpheus.

Desde que nació, fue provisto de gran atención y cuidado. Así mismo, atestado de elogios y grandes expectativas, tanto de sus padres como la nobleza.

Cuando comenzó sus estudios a una tierna edad, recibió la mejor educación, destacando inmediatamente en todas las áreas como un genio con habilidades innatas.

No importaba el lugar al que acudiera, Ezequiel siempre resaltaba.

Ya sea por su atractiva apariencia, su estatus o sus logros, siempre estuvo rodeado de alabanzas o miradas llenas de codicia y celos a su persona. Sobresalía como la proa de un barco elevado a las alturas y nunca se sintió disgustado por este trato, era normal que una persona destacable fuera admirada o envidiada por otros, además, él estaba totalmente orgulloso de sí mismo y de su patrimonio.

Pensando en esto, a lo largo del corredor se cruzó con dos doncellas quienes se inclinaron nerviosamente, Ezequiel les sonrió con amabilidad y ambas chillaron suavemente con el rostro enrojecido.

Incluso si no lo deseaba, siempre provocaba esa reacción en las damas.

Era consciente de su atractivo y su posición era una gran tentación para las jóvenes nobles en edad casadera, al punto de que era considerado como el mejor hombre del imperio, cumpliendo por mucho los requisitos que toda dama buscaría en un candidato a esposo. Pero para mala suerte de las aristócratas, él fue tomado hace tiempo atrás.

Desde hace alrededor de tres años, Ezequiel estaba comprometido formalmente con su prima segunda y princesa imperial, Jennette de Alger Obelia.

Su padre había acogido en sus alas a Jennette desde que era un bebé, así que tanto él, como la princesa, crecieron juntos como hermanos. Jennette, fue la niña dorada, la hija secreta del emperador, que luego de años de planeación y ser introducida en su verdadera familia, estaba llevando a la casa Alpheus a la cima y pronto; Gracias al compromiso entre ambos, posicionarlos finalmente en el trono.

A los ojos de muchos, Jennette y él eran una pareja hecha en el cielo, ambos con una hermosa apariencia y compartiendo una íntima relación. Pero a diferencia de su imagen en la alta sociedad, y los comentarios sobre el ferviente amor que guardaban el uno por el otro, la realidad no era tan extravagante.

Ezequiel realmente no estaba románticamente interesado en Jennette. Nunca la vio más que como la hermana pequeña a la que debía de cuidar. Sin embargo, aunque expresó su desinterés en más de una ocasión, y estaba seguro de que Jennette tampoco lo miraba como un amante, el compromiso siguió en pie y no había nada que pudieran hacer. Desde el principio, sus destinos estaban marcados para estar juntos, tal y como su padre siempre les dijo desde que eran jóvenes.

No obstante, el jamás intentó escapar, había una "fuerza extraña'' que le provocaba estar con Jennette, algo pesado y oscuro que se arrastraba repulsivamente por su piel y lo envolvía, manteniéndolo firmemente en su lugar; No entendía cómo, pero estaba seguro de que no había algo llamado ''amor romántico'' entre ambos.

Así que, con el pasar del tiempo, se resignó, y aceptó todo en silencio. Incluso si se negaba a casarse, probablemente al final, será forzado a hacerlo de todas formas, y en una medida más extrema, solo obtenga el repudio de su padre y sea despojado de su nombre, título y todos los méritos que obtuvo por ser el heredero del ducado Alpheus.

Y aunque hiera su orgullo, Ezequiel no estaba dispuesto a renunciar a todo lo que ha obtenido.

Suspirando, giró en una esquina e ingresó al pasillo de pilares perfectamente alineados en el Gaze, que guiaban al ala este del palacio y conectaban al Garnett.

¿Por qué la princesa le daba solo carne de comer al mago ancestral?Where stories live. Discover now