1º Libro: ¡Mi destino eres tu! (Supernatural)

5.- Gracias a ti

Escucho voces a la distancia, que por lo poco que puedo escuchar, sé que es mi nombre. Poco a poco se van haciendo más fuerte las voces, me doy cuenta de que una de esas voces es la de Dean. Mis ojos se sienten pesados, intento abrirlos poco a poco, pero cada que mis ojos se abren un poco, mi cabeza duele.

- ¡Reagan! ¿Cómo te sientes? - escucha a la voz de Sam preguntar. Intento sentarme, pero cuando lo logro un mareo llega, por lo que tengo que acostarme de nuevo. Llevo una de mis manos hacia mi cabeza, la cual parece que está siendo pinchada por cientos de agujas.

- ¡Me duele la cabeza! - dijo en un susurro

- ¿y cómo no? ¡Diste el zarpazo de inmediato y te pegaste con la mesa! - dijo en tono preocupado Belha.

- ¡Por eso te dije que no abrirás tu bocota! - dijo con disgusto Miles

- pero tenía que saber aunque fuera un poco – y no podía creer que empezaran de nuevo – tú mismo debiste de acabar con Alexander hace dos meces atrás

Otro mareo llego, solo el escuchar que tenían que matar a Alex, me enferma. ¿Porque tenían que hacerle eso? ¿Después de lo que yo le hice?

(...)

- Haber, señores - anuncio Belha cuando aparcamos frente a un centro comercial de Jacksonville – ¡las señoritas presentes, necesitan un día de chicas!

- ¡Y aquí vamos! - Miles rodó los ojos.

- ¡Tú cállate Miles! -

- ¿quieren un día de chicas, con todo lo que está pasando? - pregunto Dean. Tenía razón, ni si quiera Belha hablaba mucho conmigo. ¿Ahora quería pasar una tarde de chicas normales a mi lado?

- Si, si muero el día de mañana salvado tu trasero, espero de perdido haber muerto con mechas californianas en mi cabello, porque en un futuro no habrá nada de eso. Y especialmente tiene que ser con tu tarjeta de crédito. - dijo con una enorme sonrisa a Dean.

Había notado en estas horas que, Belha miraba diferente a Dean. Lo miraba con mucha ternura y amor. Me preguntaba muchas veces sí, ellos se conocen en el futuro.

- ¿Y eso porque? - pregunto Sam

- ¡porque luego me lo agradecerá! - contesto sin más Belha.

Dean saco su tarjeta y se la entregó a la chica, quien prácticamente me arrastro hacia las tiendas. Los chicos se habían quedado en la entrada, y según ellos vigilarían que nada sobrenatural interrumpiera nuestro día.

Una parte de mí se lo agradecía a Belha, porque, tenía más de dos meces sin comprar ropa, sin tener un poco de maquillaje y sin cortarme mi cabello.

La primera parada fue para comprar ropa, para luego llegar a comer un helado y sentarnos en una banca frente al local de "Snack".

- Así que, cuéntame un poco de tu vida- me dijo Belha mientras daba lengüetazos a su cono de vainilla con chispas de chocolate.

- ¡No hay mucho de qué hablar! - era verdad. Mi vida era aburrida, y mala, contando lo que le había ocasionado a Alex, y por cosas más que nadie sabía.

- ¡Oh vamos! ¡Todas las personas tienen como mínimo un súper secreto que no le revelan a nadie! - mi vista se dirigió hacia ella.