Capítulo 30 🚲

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Hoy es lunes y puedo confesar que me duele todo el cuerpo.

Con God no hemos hablado, ayer prácticamente no existí para él. Sabía que no quería verme. Pero no lo dejaría solo.

Dormí en mi auto anoche. Ayer lo fui a buscar con Drew.

Miro el parachoques destrozado y sé que no podré repararlo y debo juntar dinero.

—Buenos días God —lo saludo cuando llega a la cocina.

Introduce una pastilla en su boca y bebe agua. Me ignora.

—No me iré —aclaro antes de que me diga algo relacionado con ese tema —, puedo soportar tu indiferencia, tu actitud o tu enojo. No me alejaré.

—No necesito tu lastima —susurra entre dientes.

— ¡No lo es! Tú has sido el hombre más importante en mi vida. No te abandonaré, mucho menos ahora. Puede que no me creas, pero yo te sigo amando.

Sonríe secamente y abandona la cocina.

Como odio su actitud tan obstinada y terca.

Una vez que le dejo un sándwich en el refrigerador. Abandono el taller.

Camino hacia la parada de autobuses. No alcanzo a llegar cuando el auto de Drew se para al lado de la calle.

— ¿Te llevo? —pregunta.

No respondo. Me subo de inmediato.

Ayer no hablamos de God. Andrew aun no sabía que su amigo estaba enfermo.

— ¿Me dirás lo que tiene? —interroga inmediatamente.

No quiero llorar. Ya lo hecho mucho desde que me enteré.

—Me confesó muy poco. Tuve que obligarlo a decirme —respiro hondo —. Tiene cáncer Drew, le quedan unos meses.

Mi hermano niega con la cabeza. Reacciona de la misma manera en que lo hice.

—Cuando tuvo el accidente, se golpeó en la cabeza y desde entonces le ha crecido un tumor. Es todo lo que me dijo.

Andrew no habla inmediatamente. Parece preocupado y muy triste. God es su único amigo. Acaricio su hombro. Intento calmarlo.

—Es que no es posible —dice, su voz es apagada.

—Yo también lo creí. Pero lo he visto, su estado es muy complicado y se niega a ir al hospital.

Andrew demora en reaccionar. Lo veo llorar. Se ve mucho más triste que cuando peleó con Anne.

—Nos costará procesarlo. Y nos dolerá verlo todos los días sufriendo —menciono.

—Lo lamento Gema. Se lo que significa para ti.

Respirar duele. Mi corazón duele.

God es como mi aire personal.

Drew se recupera y llegamos al instituto.

—Hola Gema, ¿todo bien? —saluda Annie.

—Yo se lo cuento —Drew se adelanta. Me hace señas para que me adentre primero a las clases.

Voy a buscar mis materiales al casillero. Suspiro.

A lo lejos veo la silueta de Eric. Viene hacia acá.

— ¡Hey! —Llamo su atención —Eric, ¿Tom?

Pregunto muy preocupada. Lo he estado todo el día de ayer y anoche angustiada. Recuerdo mi actitud.

—No se sentía muy bien, así que no vendrá a clases hoy —responde —, ¿tú estas bien? Te noto extraña.

Debe haber visto mis ojos rojizos, mis considerables ojeras y mi cara de cansada.

MI CHICO BUENOWhere stories live. Discover now