Capitulo 26 🚲

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Narra Géminis.

No se cuanto tiempo me quedo mirando esos ojos esmeraldas. Solo las sirenas de la policía me hacen reaccionar.

Tom me mira asustado, sabe que existe el riesgo de ser detenidos.

—Sube —agarro su brazo y se introduce en el auto.

Tomo la bicicleta destrozada por completo y la lanzo a un lado de la calle.

Velozmente me subo, acelero al máximo.

Los carros policiales aparecen por mi espejo retrovisor. Reduzco la velocidad para no levantar sospecha.

Tom parece inerte a mi lado. Debo solo pensar el terror que le produce.

—Tranquilo, no pasará nada —Trato de calmarlo, aunque en realidad lo digo para relajarme yo también.

Mis palabras parecen hacer efecto. El suelta aire, un poco tenso, pero tratando de relajarse.

El vehículo pasa por nuestro lado. Yo solo me concentro en el camino de adelante. No es la primera vez que tengo que pasar por esto, con la policía.

Finalmente no sospechan de mi Camaro.

Supongo que en su radar estaba otro vehículo.

Ojalá sea Dragon.

Mi lado malvado aparece. Es difícil que atrapen a ese maldito. Pero no pierdo esa leve esperanza.

Tom, ya más tranquilo saca su celular.

— ¿Eric?

Cuestiono rompiendo nuestro silencio.

—Si, me escribe preguntando si ya estoy por llegar a casa. Lo perdí cuando comenzó todo este caos con la policía.

—Debe estar bien. Conoce mucho mejor la ciudad. Además es Eric. Sabe muy bien lo que es esto.

Mis palabras hacen que Tom se tranquilice.

Su primo es muy ágil y lleva metido en lo ilegal mucho antes que yo comenzara a correr.

Decido colocar una canción para que mi acompañante se distraiga. Wake me up de Avicii llena el interior del Camaro.

Tom se relaja y recuesta la cabeza en el asiento, cierra sus ojos. Después de observar su rostro, vuelvo la vista en las calles.

—Otra vez sin bicicleta —susurra, una sonrisita se escapa de sus labios.

Sigo conduciendo, logro notar que lo mencionó con los ojos cerrados.

—Lo lamento, de nuevo no te vi venir —me disculpo sinceramente.

—Deberías estar más atenta a las calles.

Ríe.

Un quejido de su parte me asusta. Me estaciono en una esquina. Ya falta poco para llegar a su casa.

— ¿Estas bien? ,¿Sucede algo? —me preocupo.

Guía su mano a un costado del cuerpo.

—Creo que me rasguñé en el piso, cuando caí.

Levanta su ropa y logro notar una herida por abrasión. No muy grande, pero si dolorosa y molestosa.

—Deja llevarte al taller para limpiarte, después de todo, la culpable de esto soy yo.

—Calma, solo es un rasguño.

—De todas formas voy a llevarte, por favor.

El chico de ojos esmeraldas asiente y no protesta más.

MI CHICO BUENOOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz