MI CHICO BUENO

Capitulo 25 🚲

Narra Tom

—Jaque mate —digo celebrando mi estrategia maestra.

Eric se enfada. Le gané por tercera vez.

— ¡No es justo! —añade frustrado.

Llegué del turno de la cafetería hace unas horas y desde entonces mi primo me desafió en una partida de ajedrez.

—No te enfades Eric. Tom es un jugador experto —mamá aparece. Hoy esta en su día libre.

—No lo defienda tía Hanna, es un tramposo. Se que tiene trucos sucios bajo la manga.

Me rio por su comentario.

—Recuerda la apuesta —menciono.

Sus ojos se enfadan aún más.

Tendrá que hacer las labores de la casa por una semana. Si antes le costaba cooperar, ahora tiene la obligación de hacerlo.

Mira la hora de su teléfono. Se que está impaciente por el evento de esta noche.

Mamá se va hacia el living para ver un poco de televisión.

— ¿Quién crees que gane? —pregunta muy emocionado.

Espero que sea Gema.

Me encojo de hombros. Debo demostrar poco interés hacia ese tema, porque por dentro muero de la emoción por ver a esa chica ganar.

—Espero que Géminis los rompa en la pista —dice Eric después que nota que no recibe respuesta de mi parte —. No me falles.

Indica antes de levantarse. Eso último lo dijo para asegurarse que yo vaya con él.

Antes me hubiese rehusado completamente a adentrarme en ese mundo ilegal. Ahora solo quiero ver a esa chica de cabello espiral y ojos marrones oscuros.

Estos días que he pasado junto a ella han sido los mejores. Imaginar que llegaría a formar algo con Gema era imposible. Varias veces he olvidado que corre con el riesgo de ser descubierta.

Me da temor que algo le pase. Esa chica se metió no solo en mis pensamientos y me aterra pensar que salga lastimado. Se perfectamente que está God. Su exnovio todo lo contrario a mí.

La inseguridad se apodera cuando pienso en lo genial que debe ser él. Valiente, temerario, sin miedo a fallar.

Mi corazón experimenta todo esto por primera vez y quiero mantenerlo a salvo. Pero alejarme de Géminis ya es imposible. Siempre la busco en los recesos y a ella parece agradarle mi presencia.

La noche comienza a caer en Philadelphia. La cena esta deliciosa, colaboré en preparar en pollo, me quedó bastante exquisito.

Coloco un poleron negro sobre mi camiseta de algodón. La noche está helada y ya es más de la una de la madrugada.

— ¿Listo?

Asiento por la pregunta de mi primo. Eric va vestido de azul oscuro.

Nos mezclamos con el silencio de la casa. Mi tía esta durmiendo en el sofá, mientras la televisión esta encendida. Me acerco para apagarla rogando en que no se despierte.

Mamá subió hace mucho a la habitación, quería recargar energías para mantenerse despierta. Mañana trabajaba, al igual que yo. La diferencia es que mi turno en la cafetería comenzaba en la tarde.

Nos montamos en las bicicletas. El viaje hacia la zona de carrera no es largo. Así que en quince minutos estaremos allá.

Me coloco los audífonos para hacer el viaje aún más corto. El tráfico de vehículos se ha reducido un poco.