Capítulo XXVIII: Corazones inocentes y abandonados

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Louis terminaba de colorear una hoja con caricaturas animadas mientras hablaba con la psicóloga.

—¿Estás entusiasmado por tu salida?— le preguntó ella.

Louis levantó su mirada —No lo sé— dudó —Creo que si, es bueno poder salir a las calles al fin pero sigo teniendo un poco de miedo.

—Es algo normal Louis pero sabes que ahora puedes salir seguro.

Suspiró —No sé ni qué voy a decir cuando salga de acá— asegura —No sé hacer nada, ¿cómo voy a trabajar?

Ella le da una sonrisa comprensiva —Se aprende a trabajar Louis, no es necesario tener estudios para conseguir un trabajo digno, puedes trabajar en una tienda o un supermercado mientras consigues dinero, tienes un nuevo comienzo— asegura.

Louis asiente —Supongo que si pero me pone nervioso, ¿qué pasa si no les agrado?

Niega —Les agradarás, eres muy dulce y amable, las personas te van a amar así como todos acá lo hacemos.

El joven omega sonríe —¿Tú crees?

Ella asiente —Lo sé, es más, creo que mi mamá está buscando quien la ayude en su supermercado, ¿quieres que hable con ella para que te haga una entrevista?

Una expresión alegre y emocionada apareció en su rostro —Por supuesto, claro.

La mujer asintió sonriendo también —Ok, entonces apresurate a terminar lo que falta acá para que puedas irte a vivir.

Una sonrisa emocionada estaba en su rostro cuando miró por la ventana.

Unos días después, Louis al fin es dado de alto luego de año y unos meses de estar internado.

No puede mentir, se siente mejor, con más paz y sano también, se siente ligeramente emocionado por vivir, por volver a ver las luces de la ciudad, por comer comida chatarra y quien sabe, tal vez encontrar a Harry.

No ha dejado de pensarlo nunca pero sabe que todo debe ser a su momento y mientras lo encuentra, debe preocuparse por sobrevivir afuera, conseguir un trabajo y un lugar donde vivir.

Liam le ofreció vivir con él pero realmente se niega, siente que le ha causado demasiados problemas al alfa y que debe comenzar a vivir por su cuenta.

Termina de recoger las mantas sucias de su cama cuando ya es hora de irse. Se siente un poco triste y nostalgico por irse de ahí, conoció personas muy buenas y dulces allá, quienes le ayudaron y escucharon.

Cada omega de ahí siempre ofreció su mano a él, los médicos le ayudaron cada día para que su cuerpo mejorara y su psicóloga dio lo mejor de ella por ayudarlo con todos sus dolores y sombras.

No hay forma de que no los quiera y se sienta triste al irse pero es momento de avanzar.

Después de despedirse de todos y agradecerles, se encontraba justo en las puertas de la clínica y cerró sus ojos, respirando el aire libre.

Cuando abrió los ojos y observó la calle, pudo sonreír tranquilo.

...

Había conseguido el trabajo, estaba tan feliz mientras observaba su contrato, por fin iba a poder trabajar, iba a ganar dinero por su cuenta.

Se vistió lo mejor que pudo con las camisas nuevas que Liam le había regalado y peinó su cabello tan bien que no caía por su frente, intentaba verse lo más presentable que él podía.

Agradecía al cielo que ya no se vieran las cicatrices de sus heridas en los brazos, las de las piernas aún estaban pero no importaba porque usaba pantalón.

BAGDAD [l.s]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora