BAGDAD [l.s]

XXIV: Lágrimas y sangre

La mesa de Bagdad ha sido llenada por completo de mafiosos.

Alrededor de ella todos los hombres y mujeres han tomando asiento, prestando atención a la estrategia mientras con sus miradas sedientas de venganza observan cada archivo importante de la memoria USB.

Sus discusiones abarcan más que los movimientos contables ilícitos de Marsella, o las grabaciones de seguridad en donde Harry asesina sin piedad a personas que le deben y que atentaron contra sus negocios al ser espías de otras mafias, como rusas o italianas.

Su principal objetivo es la cabeza de Marsella, dejarla vuelta polvo, estar sin competencia y destruir así el legado familiar que se ha pasado por generaciones.

Tienen pruebas suficientes para enviarlo a prisión pero aquello no serviría de nada, quitar a Cox del lugar sólo hace que otro ascienda a la cabeza de Marsella.

Deben destruir a la mafia en sí y con ello, a Harry.

—¿Y cuándo se supone que eso pase? Porque han pasado meses desde que enviamos a ese omega a Marsella y sus resultados han sido completamente inútiles — Se discute.

Alguien más responde —No del todo, con esto y las coordenadas de los distintos buques que tiene a lo largo del país podemos hacer que se comience a desplomar.

Otro asiente —Si bloqueamos sus entradas y atacamos sus salidas, podemos hacer que dejen de tener ganancias, detendremos sus ingresos y definitivamente se debilitarían, cuando cada cuenta bancaria de la empresa esté congelada, Cox no encontrará una solución, estará emboscado.

—Y así mataremos a cada uno de esa maldita gente.

Bagdad es una mafia más pequeña que Marsella, ya que esta última ha trascendido los años, mientras que Bagdad comenzó hace tan sólo veinte.

Son una mafia tonta e inexperta que cree que una mafia sólo tiene bases financieras y que es posible bloquearla, además que la mayoría de las personas que forman Bagdad no son mayores a los cuarenta años, no tiene experiencia suficiente.

Sin embargo, han molestado tanto a Marsella que esta tuvo que colocarles en su lista negra, además de que trafican omegas y Marsella no se mete con la trata de personas.

Sus negocios están hechos a base de tráfico de drogas, armas, robos, lavado de dinero, exportación, falsificación, distribución y venta de todo tipo de productos, como automóviles, y demás.

No son personas buenas ni limpias pero no están interesados en la prostitución ni en la trata de personas, fue un negocio que se dejó de hacer hace más de cien años.

—¿Y el omega? ¿Le dejaran vivo?— indiga uno.

—No, matenlo, ya no sirve para nada.

Liam escuchaba detrás de la puerta esta vez, colocando su mano sobre su boca para callar los sollozos de las lágrimas al escuchar las palabras.

—¿Y cómo lo haremos? No sabemos dónde está.

Iban a matar a Louis, él debía hacer algo, tenía que hacerlo, antes de que fuera tarde.

—Eso no importa, la pildora está dentro de su cuerpo, ¿recuerdan?

¿Pildora? ¿Qué pildora? Liam no entiende nada.

—¿Y si ha sido marcado ya? Llevamos meses de no verle.

Liam escuchaba atento.

—No lo creo, de todas maneras el único que podría detener la pildora es el idiota de Payne.

Algún otro alfa habla —Yo cree que la pildora para que fuera destructiva o sanativa entre ellos en caso de necesitarlo, la pildora se activará y lo pudrirá por dentro solo cuando nosotros lo queramos y se saldrá de su cuerpo sólo si Liam lo marcara.