Capítulo 22

200 14 2
                                    

Maratón fin de año 3/3

Diez semanas de embarazo ¡Diez!, ¿quién coño se queda embarazada la primera vez que lo volvía a hacer después de dos años ?Pues al parecer yo. Alice se había reído de la situación supongo que para que me relajará, pero solo tenía ganas de gritar y de cagarme en todo.

— Eres muy gafe enserio

— Alice, lo tengo claro— apoye la cabeza contra la ventanilla del coche— ahora solo quiero dos cosas, la primera comer un hamburguesa y la segunda golpearme la cabeza con una pared.

Rodé los ojos cuando sonrió divertida ante la situación ,a mí me hacía de todo menos gracia.

— La primera la puedo cumplir, la segunda ya no.

Supongo que debía conformarme, pero antes de ir a comer nada debía ir a hablar con Sander. Baje del coche y me agache para hablar por la ventanilla.

— ¿Te espero?

— Sí, pero yo te aviso en caso de que no haga falta.

Alice asintió sacando una lima de uñas de la guantera para empezar a limarse las uñas. Entré en el edificio para encaminarme al ascensor y subir hasta el despacho de Sander.

Una vez que llegué a la ultima planta camine en dirección a su puerta pero frene cuando escuche su voz de este ya que la puerta no estaba cerrada.

— Ya os lo he dicho solo la quiero para obtener la herencia— Fruncí el ceño, ¿de qué coño hablaba?

— ¿Y vas a pedirle que os caseis ya o como?

— Si Leo, se lo pediré esta semana luego solo quedará que tengamos un hijo y listo después de eso le pediré el divorcio.

— No es estúpida

— Bueno, todas las mujeres caen con un par de palabras y gestos bonitos y Haley no va a ser la excepción.

En ese momento mi mundo se vino abajo, me había estado utilizando para... para conseguir una estúpida herencia ¡¿Cómo se podía ser así?! y yo como una estúpida le había creído. Di para atrás sin percatarme del carrito lleno de paquetes haciendo que estos cayeran generando un gran estruendo.

Las voces se dejaron e escuchar y los pasos de alguien aproximándose a la puerta se intensificaron, en ese momento la puerta se habría del todo dejándome ver a un Sander con el ceño fruncido qué paso a tener una cara de preocupación cuando me vio.

— Haley...— intento acercarse a mi pero volví a dar unos pasos hacía atrás

— No vuelvas a acercarte a mí, ¡Eres un hijo de puta!— le grité con los ojos llenos de lagrimas

Detrás de él se encontraban sus amigos que nos miraban sorprendidos y a mí con cara de pena, no quería su pena.

— Haley cariño déjame explicarte...

— ¡Ni cariño ni mierda!, ¡¿Explicarme que Sander?! ¡¿Qué eres un hijo de puta mentiroso?!— le grité llorando sin parar— ¡Confié en ti! pero al final resulto que lo que la gente decía era verdad, que eres una mierda de persona, un ruin mentiroso y que no sabes amar.

Me pase las manos por debajo de los ojos para intentar verme mejor, pero eso no iba a ser posible.

— Haley...— dijo con la voz entrecortada, parecía desesperado pero no me creía anda.

— ¿Has dicho que necesitas casarte y tener un hijo para conseguir esa herencia que tanto te importa no? — no me respondió— bien, busca una fecha en tu agenda para la boda y por lo del hijo no te preocupes eso ya esta solucionado.

Abrió los ojos de golpe entendiendo lo que quería decir.

— Si, embarazada eso estoy, pero tranquilo que una vez que consigas ese dinero de mierda no volverás a verme ni a mí ni a mi hijo.

Sin darle oportunidad a decir nada, bajé todo lo rápido que pude hacía el coche, entre cerrando de golpe volviendo a llorar desconsoladamente. Alice arrancó y sin decir nada puso rumbo a mi casa.

La vida era una mierda, pero el amor lo era todavía más.

Sander

Grité, grité como en mi vida había gritado. Me llevé todo por delante sin importarme una mierda lo que fuera y cuánto dinero constara.

La había jodido y esta vez no creía que tuviera solución. Me había enamorado de Haley hasta la medula, esa niña de veinte años se había metido en todo mi sistema y ahora la había perdido. La herencia ya me importaba una mierda y mucho más ahora después de ver cómo la mujer que amaba y mi hijo desaparecían por la puerta.

— Tranquilízate— me giré hacía Alan colérico.

— ¡¿Que me tranquilice?!— estampe el puño en la mesa viendo cómo salía una grieta en el cristal— ¡¿Tú has visto lo que acaba de pasar?! ¡Acabo de perder lo único bueno que tenía en mi vida!

Ninguno de los presentes decía nada, Leo miraba por la ventana mientras bebía de su copa mientras que Alan y Parker me escrutaban intentado saber cuál sería mi siguiente reacción.

— Ha sido tu culpa si no te hubieras preocupado por el dinero...

— ¡¿Me lo vas a decir tu avaro de mierda?!— Me acerqué a el en dos zancadas y le levante por el cuello de la camisa— ¡¿Vas a venir a darme tu lecciones sobre dinero Alan?!¡Por que te recuerdo que todas tus relaciones se han ido al garete por eso mismo!

Se soltó de mi agarré para dirigirse a la puerta y cerrar de un portazo haciendo que los pocos cuadros que había se movieran.

— Largaos los dos ahora— Parker miró a Leo y salió sin esperarle.

Este ultimo dejó el vaso sobre la mesita y se planto delante de mi con las manos en los bolsillos.

— No tengo ni puta idea de amor, ni de mujeres en ese sentido, pero te aconsejo que lo arregles— se pasó las manos por el pelo mientras caminaba a la puerta— ella te hacía feliz San, no la dejes escapar.

Sin decir más cerró la puerta dejándome solo, me senté en el sofá cubriéndome los ojos con las manos antes de empezar a llorar.

Llevaba sin llorar desde que era un niño muy pequeño, pero aquella situación me superó. Intente no enamorarme de ella pero había sido imposible y ahora no sabía cómo arreglarlo o siquiera si podía arreglarlo.

¡Feliz 2022 a todos!
Espero que este año sea mejor que los anteriores y que todos podamos cumplir nuestros sueños y propósitos.
XOXO

La seducción de la soberbia (#1SPC)Where stories live. Discover now