Capítulo 15

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Me tapé la cara con la almohada cuando los mellizos empezaron a gritar y a saltar encima de mi cama como si fuera una cama elástica, eran las siete de la mañana y tenían tanta energía que si no les conociera pensaría que se habían pasado con el azúcar, pero la realidad era que eran unos culos inquietos.

— ¡Vamos Haley levántate ya!— gritó Han en mi oreja o que hizo que la diera con un cojín en la cara haciéndola caer de espaldas sobre el colchón riéndose sin parar

— ¡¿Se puede saber que os pasa?!v pregunté exasperada para después escuchar la risa de papé que miraba divertido en nuestra dirección desde la puerta, ni si quiera me había percatado de su presencia— ¡No te rías!

— ¡Hay nieve!— Chilló Hendry emocionado apachurrando los mofletes

— ¿Que?

— Si, ha nevado anoche— contestó mi padre— les dije que not e despertaran por ya sabes como son

Negué divertida para tirar de ellos y empezar a darles besos por toda la cara hasta que salieron corriendo huyendo de mis besos.

Agarre el telefono para revisar todos los mensajes que tenía, aunque no eran muchos. Abrí el chat de Sander leyendo el mensaje que me había enviado hacía dos horas, el hombre llevaba levantado desde las cinco de la mañana, menudas ganas tenía.

"Haley se que seguirás durmiendo pro así me aseguro de que lo ves, viendo la que ha caído esta noche y en las condiciones en las que esta todo no vengas a trabajar no me gustaría que tuvieras un accidente o cualquier cosa; disfruta del día"

Salí de la cama de un saltó para ir a la cocina a desayunar, papá estaba sentado escuchando como Hendry le relataba el proceso de hacer un muñeco de nieve.

— ¿Vamos a bajar a la nieve?— preguntó Hannah con ojos de corderito

— Si enana, vamos a bajar a la nieve, mientras yo desayuno ir a poneros la ropa térmica.

Los dos salieron corriendo dejándome sola con papá en la cocina, había recuperado su color natural, se le veía mucho mejor a pesar de que el tratamiento era algo fuerte.

— ¿Qué tal anoche?

Mastiqué la tostada lentamente meditando mi respuesta, la noche no había sido precisamente buena.

— Bien, estuvo bien

— Estrellita...

Suspiré resignada, a veces odiaba que me conociera tanto

— Fue... un poco desastre la familia de Sander bueno no se como explicarlo

— ¿Te trataron mal?— pregunto con el ceño fruncido

— Solo fueron comentarios, por eso llegué pronto, no quería seguir escuchándolos.

— Escucha Haley...

No pudo terminar por que los mellizos entraron en la cocina a toda prisa vestidos con un pantalón y una camiseta de manga larga, Hendry de color verde chicle y Hannah de color rosa chillón.

— Ya esta— dijeron a la vez

— Bien, pues vamos a poneros el resto de la ropa

Dejé la taza en el fregadero y camine detrás de ellos frenando a la altura de papá para besar su mejilla.

— Luego hablamos, no te vas. librar de esta conversación — me dijo serio

— Lo se, te amo

— Yo también mi niña

(...)

— ¡Niños por favor no corráis a ver si os vais a caer!— grité en su dirección viendo como me ignoraban deliberadamente.

Pero como predice no tardaron mucho en resbalarse y caerse uno encima del otro riéndose, se levantaron y siguieron cogiendo nieve para su muñeco de nieve.

Froté mis manos enguantadas, estaba empezando a tener frio de estar parada.

Sentí unas manos en mi cintura que me hicieron saltar en el sitio y girarme de golpe, para encontrarme con Sander que me miraba divertido. Iba vestido entero de negro con el gorro, la bufanda y los guantes en gris.

— Hola ¿cómo es que estas aquí?v pregunté sorprendida, estaba bastante lejos d ella empresa y de su casa

— A pesar de la nieve yo tengo que seguir trabajando

— La empresa esta lejos de aquí

— Cierto, me has pillado, quería venir a verte

Le sonreí lo que hizo que me devolviera la sonrisa, me pareció un gesto demasiado tierno de su parte él venir hasta aquí.

— Veo que se lo están pasando bien— vi hacía donde señalaba viendo a mis hermanos empujándose el uno al otro hasta acabar en el suelo tirados.

— ¡Niños!

Los dos giraron en nuestra dirección, Hannah con una sonrisa de oreja a oreja empezó a correr hacía nosotros, en cambio Hendry tenía cara de pocos amigos.

— Hola príncipe Sander— saludo Han agarrándose a su pierna para abrazarle.

Sander sonrió en su dirección cogiéndola por las axilas para dejarla apoyada contra su cadera haciendo que sus caras quedaran juntas.

— Hola princesa Hannah— saludo dandole un beso en la mejilla haciendo que las mejillas de la pequeña se pusieran rojas.

— ¿Has venido a jugar con nosotros?— preguntó Hannah sonriente mientras que Hendry se abrazaba a mi pierna mirando a Sander receloso.

Sander asintió sonriente mientras la pequeña empezó a gritar de la emoción haciéndonos reír, ojiazul la dejo en el suelo y sé acuclilló enfrente de Hendry que se escondió más detrás de mí.

— Creo que no hemos empezado con bien pie— Se dirigió a el sangre extendiendo la mano— Me llamo Sander Hendry Crawford

Eso consigue captar la atención de mi hermano que le miró curioso tras decir que se llamaba como él.

— ¿Cómo yo?

— Sí amiguito, tenemos el mismo nombre solo que el mío esta en segundo lugar— Hendry le miró dandole a entender que le comprendía— ¿Por qué no jugamos los Hendry's juntos?

— ¡¿Y yo?!— Chilló Hannah indignada

— Tu también princesa Hannah, los Hendry's y la princesa Hannah

Sonreí ante las palabras de Sander que junto con los mellizos empezó a hacer lo que parecía un muñeco de nieve. La imagen era preciosa, jamas pensé ver al empresario Sander Crawford estas y jugar con un par de niños y la verdad se le daba bien, si alguna vez tenía hijos sería un gran padre.

— ¡Vamos Haley! — el grito de Hendry me saco de mis pensamientos haciendo mirar en su dirección, los tres estaban llenos de nieve como si hubieran estado haciendo la croqueta en ella. Pero resultaron ser los ángeles de nieve que hacia lo que les hacia estar blancos. 

— Ya voy, ya voy; que impacientes


— Es que eres una tardona

Miré a Sander con mala cara y el sonreía como un angelito, agarre nieve haciendo una bola para lanzársela a su perfecto rostro borrándole la sonrisa.

— Ahora veras 


Se lanzó hacia mi haciéndome caer entre risas y gritos por parte de los mellizos. Le mira a los ojos mientras se reía, tenían una sonrisa preciosa que hacia que me quedara embobada viéndola hasta que se percató haciendo que nuestras miradas se conectaran.

La seducción de la soberbia (#1SPC)Where stories live. Discover now