Capítulo 9

226 24 0
                                    

Era curioso verla comer, parecía intentar parecer una persona refinada, pero hasta la misma reina de Inglaterra comía los sandwiches con las manos, no con cubiertos. 

— ¿Por que coño estas comiendo eso con cubiertos?

Levantó la mirada mientras sus mejillas se empezaban a poner coloradas.

— Para no mancharme las manos

— Menuda excusa más estúpida, puedes comer normal no te voy a jugar si comes como un cerdito.

— ¡No cómo como un cerdito!

No pude evitar reírme ante su expresión de enfado e indignación, era demasiado tierna... ¡¿Por qué coño pensaba que era tierna?! yo no pensaba que la gente era tierna. 

Soltó los cubiertos de golpe y agarro el sandwich con las dos manos para darle un mordisco manchándoselas la boca de mayonesa.

— Anda cerdito déjame— acerqué la servilleta a su boca— te has manchado.

Me dejó limpiarle los restos mientras su cara se iba poniendo cada vez más roja, se colocó un mechón de pelo detrás de la oreja y siguió comiendo intentando no mirarme.

— ¿Tu hermano se llamaba Hendry cierto?

— Si, Hendry Mikel

— Cierto, ya me lo habías dicho— me limpie la comisura de la boca— curioso por qué mi segundo nombre es Hendry , pensémoslas en decírtelo pero al final se me paso.

abrió los ojos sorprendida y sonrió 

— Es un nombre muy bonito, yo elegí el nombre de mis hermanos

— Los chicos atractivos llevamos nombre bonitos

Soltó una carcajada que me hizo sonreír, tenía una risa y sonrisa muy bonitas.

— Sois tal para cual, mi hermano dice lo mismo, pero el solo tiene cinco años 

Sonreí sinceramente, me había sorprendido cuando me dijo el nombre de sus hermanos y coincidió que el de su hermano era el mismo que mi segundo nombre.

Una vez que terminamos de comer avisé a la camarera para que me cobrase, algo de lo que me costo convencer a Haley ya que estaba empeñada en pagar ella , pero no pensaba dejarla, eso lo tenía más que claro.

Salimos del local, yo con una sonrisa burlona en la cara y ella enfurruñada.

— No te enfades mujer

— No quería que me pagaras la comida como si no pudiera permitírmelo.

Frené en seco cuando la escuche ¿esta chica era tonta o que coño le pasaba?

— Empiezo a pensar que tienes algún retraso— «muy bien, así se conquista a una chica»— no he pagado la comida por que no pudieras pagarla, yo no hago caridad, para eso se encargan otros, eso tenlo claro.

Me miró sorprendida y asintió algo incomoda, no quería contestarla así, pero se lo había buscado. No soy una ONG y eso ella tenía que tenerlo claro, jamás vería de mi parte hacer algo así, ella fue la excepción aunque fue más por pena que por otra cosa y ahora era por puro interés en mi herencia. 

Subí al coche a la vez que ella, arranqué y esperé a que me dijera la dirección a la que tenía que llevarla.

— ¿Por que no nos movemos?

— No se donde vives, pero si quieres puedo levarte a mi casa— dije con tono pícaro

— Cierto— se paso las manos por el pelo de manera nerviosa— ¿puedo ponerla yo en el GPS?

— Por supuesto, todo tuyo.

Se inclino hacía delante para tocar la pantalla que se encontraba en el salpicadero, recorrí su cuerpo con la mirada aprovechando si postura, su culo era el más perfecto que había visto, respingo y redondo, toda una exquisitez.

Cuando se incorporó desvíe la mira hacía la calle como si no hubiera estado mirándola.

— Ya esta

— Ponte el cinturón— le indiqué antes de mover el coche.

El silencio que se creo en el coche no era incomodo, principalmente por que la música de la radio ayudaba a ello.

La canción cambio dejando escuchar la melodía inicial de un piano, no me costo mucho identificar de cual se trataba, Stay de Rihanna.

Round and around and around and around we go, Oh, now tell me now, tell me now, tell me now you know — La melodiosa voz de haley se escuchaba por lo bajo.

La miré de reojo, seguramente no se había percatado de qué podía escucharla o simplemente no le importaba. Su voz no era fea tampoco era la de la propia Rihanna pero sonaba bien, sonaba más que bien.

— No sabía que cantabas

Giró su cabeza de golpe hacia mi, estaba claro que acababa de pinchar la burbuja en la que se había encerrad mientras que cantaba.

— No lo hago, es algo que la gente hace, cantar en el coche.

— Pero no todos cantan como tú.

Se puso roja, muy roja y no solo su cara su cuello también se puso colorado, intento ocultarlo abrochándoselo el abrigo a pesar de la alta calefacción del coche.

No seguí diciendo nada, me limite a sonreír al ver el efecto que tenía sobre ella, era entretenido ver cómo se ponía nerviosa por mi culpa.

Una vez llegamos a su edificio aparqué enfrente de la puerta para poder asegurarme de que llegaba a casa sin problema, no era precisamente un barrio peligroso pero tampoco muy seguro, aunque me preocupaba más el posible derrumbamiento de su edificio, ¡¿Como narices se mantenía en pie?!

— Gracias por traer

— No las des, no iba dejar que volvieras por tu cuenta, — contesté sin importancia

Apretó los labios asintiendo y salió del coche, antes de cerrar la puerta se giro hacía el interior y conecto sus ojos color tormenta con los míos.

— ¿Quieres subir?

— ¿Qué?—  la miré sorprendido.

— ¡ No para hacer ninguna perversidad!— me reí para que engañarnos— ¡no te rías idiota!

— No había pesado en ninguna perversidad pequeña Haley— apagué el motor— y si quiero subir

Asintió cerrando la puerta, una vez cerré el coche caminamos en dirección a la entrada del edificio, me miraba y se separaba poco a poco de mi.

— ¿Todo bien? 

— Si, solo estoy pensando

Asentí entrando en el ascensor, pulsó el quinto piso y las puertas se cerraron. 

Lo admitía, estaba cagado de miedo, ese ascensor caería en cualquier momento. Una vez las puertas se abrieron salid e manera apresurada sin esperar por Haley.

me miró divertida caminando hacía la ultima puerta del pasillo antes de meter la llave en la cerradura y abrir esta.

— ¡Haley!— el grito y el correteo de los pequeños me trajo a la realidad, me había quedado mirando su culo de nuevo, empezaba a ser un problema.

Los dos chiquillos se quedaron parados en la puerta observándome, al igual que el padre de la castaña quien había aparecido detrás de ellos.

Sin duda sería una tarde interesante.

La seducción de la soberbia (#1SPC)Where stories live. Discover now