Capítulo XXV: Una última cosa

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—¡No puede ser!— decía la mujer sorprendida —¿Quién fue capaz de hacer algo así?

—Las malas lenguas dicen que fue un atentado, una guerra entre mafias.

La mujer se veía impactada —¿Mafias? ¿Estás hablando de Marsella?

El hombre encogió sus hombros —No tengo la menor idea, sólo que el club nudista y desvergonzado ese explotó y murieron muchas personas, quien hizo eso no tuvo la mínima piedad con el club.

Liam estaba en shock.

Habían explotado a Bagdad, todo estaba mal.

Pagó las camisas y corriendo fue al bosque, encontrando a Louis descansando nuevamente, suspiró con alivio.

...

Meses después

—Estamos acabados— mencionaba un alfa viendo las noticias, todo Bagdad estaba en ruinas.

La peor parte es que todas sus cuentas estaban congeladas, sus malditos rivales habían enviado evidencia anónima de su negocio de omegas, tenían demasiadas pruebas.

Habían videos, fotos, declaraciones de omegas, testigos, estaban hasta el cuello. Por todos los noticieros estaba la noticia del tráfico, violación y agresión de omegas.

Tenían a la Asociación de Protección del Omega encima, siguiendoles la pista. La mayoría de los chicos y chicas del club habían sido rescatados y ya habían declarado en su contra.

Bagdad estaba mal y todo era culpa de Louis.

—Hay que matarlo— hablaba otro hombre —Ese maldito omega no sirvió nunca para nada más que para ser un inepto.

—Quien sabe qué le hizo al maldito de Cox para que nos tirara abajo y justamente con lo del tráfico de omegas— hablaba otro.

—Ese maldito bastardo, no sirvió ni para que Cox se lo follara, es un inútil, ni siquiera cumplió con sus obligaciones de omega— decía Alexei.

Alexei por un momento recordó cuando estaba con Louis meses atrás, cuando el omega estaba en el club, cuando el tomaba al omega como suyo y entraba en él sin piedad hasta que el joven de ojos azules lloraba y suplicaba por piedad.

Sonrió.

Luego otro bufó —Eso no es un omega, es una zorra asquerosa, un puto omega barato.

El jefe gruñó —Traiganme a ese maldito mocoso, yo mismo lo mataré con mis manos, tomaré sus ojos y las arrancaré de sus cuencas, ese malnacido deseará jamás haber tocado este mundo.

Sus empleados y compañeros de negocios asintieron para luego dar la orden de captura al omega, querían que lo buscasen hasta debajo de las piedras si era necesario.

Necesitaban matar a Louis, por el simple hecho de que todo fue su culpa.

Pero habían pasado semanas desde que sus hombres intentaban dar con la ubicación de Louis. No estaba por ninguna parte, es como si se lo hubiera tragado la tierra, nadie sabía de él o de Liam.

Y los ánimos cada vez se ponían peor porque la situación de Bagdad empeoraba, cada vez la policía encontraba más y más cosas y todas las pruebas eran obra de Marsella.

BAGDAD [l.s]Where stories live. Discover now