El Hyung Y Sus Niños 3

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Episodio 566 El propósito tras el propósito (2)

Su mundo era a la vez estrecho y ancho. El espacio para los excluidos por la Fuente era como mucho del tamaño de un país pequeño. Ese espacio se dividía a su vez en cinco.

Había cinco fuentes en total. Cinco zonas para cada una de ellas en consecuencia. Sin embargo, la primera fuente estaba siendo combatida únicamente por el joven Caos, por lo que la primera sección se utilizó como almacén, sin que nadie se alojara allí.

La última y quinta zona fue asignada al recién llegado. A excepción de las áreas comunes, como las salas de descanso y las oficinas administrativas de cada zona, el resto del espacio se cedió a los miembros del clan. El espacio de que disponía cada uno de ellos era aproximadamente del tamaño de una casa grande. Para un Trascendente que podía mover mundos y planetas como un ratón, era cutre, pero dependiendo de las habilidades del propietario, el espacio podía ampliarse infinitamente.

El recién llegado había decorado recientemente su casa para que se pareciera a la de Han Yujin. Una casa con un gran jardín. En el jardín, se había colocado un árbol de Navidad y caía nieve blanca. Un salón con un sofá y una mesa y un gran televisor. Un dormitorio, una cocina, un estudio y un cuarto de baño. Todos parecían corrientes, pero la habitación más interior era diferente.

En la habitación más interior se habían construido numerosas torres pequeñas. En el suelo, en las paredes, en el techo, cada una era un espacio de pseudo mazmorra que el recién llegado había ampliado.

Entre ellas, la torre con las flores amarillas y las nubes azules era donde el recién llegado permanecía más tiempo estos días.

"Primero, ése tiene que recibir su parte".

El joven Caos chasqueó la lengua con frustración mientras una gran pantalla flotaba frente a él. Un vídeo se reproducía en una pantalla translúcida que parecía fuera de lugar entre los acantilados rocosos, las cascadas y el frondoso bosque. Un canal parlanchín.

"Pero está más del lado de Honey".

Dijo el recién llegado, agitando sus orejas caídas.

"Eso suele ser bueno, porque uno de los mayores obstáculos para salvar el mundo son las luchas internas, y por mucho que lo intentemos, ¡siempre hay gente que mira primero por sus propios intereses!".

Hubo incluso una ocasión en la que un mundo que parecía seguro de ser salvado fue engullido por la Fuente, porque el mago más poderoso del mundo cayó en una trampa tendida por un grupo de personas que le tenían envidia. Sus seguidores atacaron a los creadores de la trampa y, en una larga batalla, el mundo fue destruido por una serie de laberintos sin control.

"Tenemos un enemigo definido, un monstruo, y luchan entre ellos, o lo dejan todo en manos de unos pocos hombres fuertes, ...como en mi pueblo".

El recién llegado parpadeó lentamente. Si hubiera tenido a alguien más a su lado. Si hubiera tenido a alguien más a su lado, alguien que le importara. Si hubiera aceptado la oferta de la media luna, si hubiera llegado hasta el final.

Era una conclusión inevitable, pero ¿y si...?, pensó.

"Porque todos tenemos deseos. De todos los deseos que tenemos, el que suele ir primero es el nuestro. Puede que haya otras cosas en la vida más valiosas, pero yo tengo que tenerlas primero".

"Pero si el mundo muere a causa de tu codicia, tú también morirás".

"Eres un tonto por meterte todas las semillas en el estómago, no irás a ninguna parte. Lo que digo es que el egoísmo no tiene nada de malo. Es necesario y natural, porque todas las cosas buenas del mundo no significarían nada sin mí, conejo".