El mayor depredador a vuelto a la vida en una era más moderna en donde, buscara vivir una vida de un chico normal, pero eso no significa que no dará caza, a aquellos que intenten obstruir su deseó.
Todos miraban con atención el carruaje, el cual abrió su puerta para que bajara una mujer bastante joven, estando entre sus 30 años aproximadamente, su cabello era bastante largo llegando casi hasta sus pies desnudos, siendo de color rubio, la mujer vestía un kimono floral. La mujer tenía un gran parentesco con Anna, siendo una versión más adulta.
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— ¿Madre? — pregunto Hao, generando sorpresa en todos los presentes, quienes no creían que una mujer tan hermosa fuera la verdadera madre de Hao.
— a todo el mundo, lo siento mucho — expreso la mujer avanzando hacia Hao, posándose detrás de él, colocando una mano sombre su cabeza para agacharla a la fuerza mientras agachaba la suya también — mi estúpido hijo les ha causado bastante problemas.
Hao se sorprendió, pero al mismo tiempo se sonrojo levemente, debido a la vergüenza que sentía por la acción de su madre.
— ¡NO HAGAS ESO! ¡ESTAMOS EN FRENTE DE TODOS! — grito Hao, quitando la mano de su madre de encima, alejándose un poco pero manteniendo aquel sonrojo en su cara.
— eso es exactamente por que lo hago ¿Sabes lo que has hecho? — pregunto la mujer a Hao, quien solo mantuvo silencio, mirando como todos parecían contener las risas por lo anterior.
— ¡NO PUEDO ENTENDER POR QUE! ¡LOS SERES HUMANOS SON UN SACRIFICIO INÚTIL! ¿POR QUE DEBO DE PEDIR DISCULPAS? — los gritos de Hao fueron silenciados por el sonido de una cachetada, proveniente de Serafall.
— ¡No le grites a tu madre! — sentenció la joven.
— ¡SERAFALL... — Hao no termino de hablar, debido a que ahora había recibido una cachetada de parte de su madre, justo en su otra mejilla.
— ¡No le grites a la joven! — antes de que Hao pudiera decir algo, recibió una nueva cachetada de parte de Serafall.
— muchas gracias por defenderme. Me llamo Serafall, la futura esposa de Hao_chan.
— un gusto querida. Soy la madre de Hao, espero que puedas perdonar su falta de modales.
— no hace falta. Igualmente espero que nos podamos llevar bien de ahora en adelante.
Serafall y la madre de Hao, comenzaron a hablar entre ellas, lanzando constantes cachetadas hacia Hao, impidiendo que este pudiera hablar o pronunciar alguna palabra. Después lograra escapar de la continua golpista que estaba recibiendo, por fin noto una cosa y es que ya no podía leer mentes como antes; algo que se dió de cuenta Yoh y Anna. Ese fue el momento en el que Hao comprendió que había perdido, no ante Yoh y todo los demás, sino ante las dos mujeres que ahora conversaban de una forma tan familiar que le provocaba algo de miedo; pero solo suspiro para ver a todos los presentes y darles un ultimátum, declarando que solo por el momento se iba a limitar a solo observar, pero que su intención de destruir a los humanos aún permanecía intacta, solo les estaría dando un poco más de tiempo.
