𝑪𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂 𝒄𝒐𝒓𝒓𝒊𝒆𝒏𝒕𝒆

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~Un año después de conocer al doctor, y de los primeros 7 asesinatos de la ojiverde~

Solo lo había visto una vez en toda su vida, el de cabellos grises trataba de liberar a Yosano. Jane en cambio negó rotundamente abandonar a su precursor, pues el la ayudó a cometer un acto de venganza y así terminó por sentir una deuda enorme con Ōgai.

—¿No harás nada si trato de sacarla?— aquel chico de cabellos negros caminó frente a ella.

—No la conozco, ni la ví antes del día de hoy— mostró que portaba un revólver —Pero si el me lo pide, te mataré.

No puedes vencer fácilmente a un detective tan experto como yo— sonrió lleno de orgullo al ser ignorado probó con otra cosa —Debiste sufrir mucho la perdida de esa persona, mi más sentido pésame— extrañamente no lo decía con burla, o segundas intenciones.

La azabache lo miro desde abajo, era excéntrico y también un niño solo un poco más grande que ella. Observó de reojo al salón donde estaba Yosano Akiko, cuando su celular sonó haciendo que saltará del susto.

—Ya voy Mori, te veré en la clínica.

El de vestimentas extrañas abrió la puerta dejando ver unos ojos vacíos, el asco llegó como una arcada que Jane retuvo en su garganta. No pudo sentir lastima ni compasión por la joven deprimida, pero entendió que no todos los cadáveres deciden moverse por si solos.

—Entonces yo prepararé la cena si estás herido— colgó dejando una duda en el hombre a la otra línea.

Aquel adolescente la miró lleno de curiosidad —¿Ya te vas niña mafia?, tú jefe ordenó que vigilarás este lugar.

No respondió, metió el arma en la mochila negra que había botado por el piso.

—Tu también podrías venir, no queremos sus habilidades.

—Esto no me importa— metió ambas manos en los bolsillos —Ella no sufre porque también es un cadáver. Si quieren ayudarla, el mejor acto de amor sería poner una bala entre sus ojos.

—Piensas que el sufrimiento es lo que nos hace sentir vivos— movía esa silla donde estaba amarrada —Te equivocas niña mafia, y creo que hay más bondad en ti de lo que puedes ver.

Jane se limito a verlo por encima del hombro. El no la entendía, ella no solo perdió a su hermano mayor, con el se fueron las posibilidades de sentirse viva —No me importa si ustedes viven, o mueren.

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Unas horas más tarde ambos jóvenes estaban en la oficina del jefe, normalmente nadie podía pasar sin autorización previa de Mori, pero este dió permiso ya que los muchachos cuidaría de Elise.
 

𝑺𝒆𝒏𝒕𝒊𝒎𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 [Cʜᴜᴜʏᴀ x OC]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora