Capitulo 10

149 23 1
                                    

C a p i t u l o  1  0

La cara de Amber me comenzaba a hacer sentirme nerviosa. La situación era esta, estábamos en el salón de clases de matemáticas, le estaba contando todo lo que había pasado con Jeffrey, y tenía su boca entre abierta.

—No me lo creo—dijo con una impresión incrédula.

—Yo tampoco—deje mi cara en la mesa—Fue tan..

No sabía que sentía.

—Colosal —añadí.

Ella me sonrió.

Aun no me creía que había besado a Jeffrey.

Había sido genial, si.

Todo él me empezaba a parecer genial.

—Tenemos examen—dijo Amber sacándome de mis pensamientos.

Demonios.

—¿Qué pasa?

Tome mis cosas y me levanté.

—No quiero verlo, ¿Que le diré? No creo poder dirigirle la mirada.

Ella tomó mi muñeca impidiéndome moverme.

—Tenemos examen, calma solo fue un beso, y arregla tu cabello.

Asentí no muy convencida, hasta que siento unas manos tapar mis ojos.

Me sentía nerviosa a decir verdad, ¿Podría ser?

—Hola Chris—amber habló y pude respirar de nuevo.

—Chris.

—¿A quien esperabas?

—A nadie—le sonreí inocente.

—¿No deberías estar en clase?—esta vez habla Amber.

Él se acercó y le besó su mejilla—Pase a saludarte—alce mis cejas indignada—A saludarlas.

Gire mis ojos—Te odió.

—También te amo—me sonrió y volvió a abrazarme.

—¿Quieres hacer algo hoy?

Amber parecía realmente nerviosa, por la presencia del chico.

Mi momento de intervenir.

—¿Por qué ahora no me unes a los planes? ¿No éramos un grupo de tres?

Él me sonrió y paso una mano por mi cabello—Lo somos, y te uno, claro. Solo tengo que hablar algunas cosas con Amber.

Era la primera vez que veía a Chris tan serio.

La miré y ella cerró sus ojos apretando sus labios.

—Bien, cuando salgamos, hablaremos.

Él asintió. El profesor había llegado, y miro a Christopher, para que saliera.

—Nos vemos luego, bellezas de Grecia—me sonrió y miro a Amber.

No preguntes.

No preguntes.

No lo hagas Emmy.

—¿Paso algo?—la mire, sus ojos estaban empezando a ponerse rojos.

No tenía que hablar para saber qué algo no estaba bien. Me acerqué a ella y deje su cabeza en mi pecho.

—¿Quieres hablarlo? —susurre.

Por suerte el profesor ni nos notó.

Ella negó.

Más allá de la atracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora