Capitulo 5.

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C a p i t u l o     0 5
Miller y Jobs

No soy la típica chica de cuerpo espectacular o cara bonita, al contrario, me considero fuera de lo normal comparada a todas las chicas de esta preparatoria, incluso al lado de Amber, una chica muy linda, sus ojos marrones, cabello oscuro y un cuerpo que para su edad, deslumbra a cualquiera, aparte de lo simpática y coqueta. Pero eso es lo bueno, que no soy como ellas, soy yo misma, soy linda a mí manera, aún con mi cabello rubio común, ojos azules, y no más de uno sesenta , esa soy yo, eso está bien para mí.

Día intermedio de semana, creo que todos siempre estamos impacientes por entrar a la preparatoria, relacionarse con nuestras "amistades" y todo eso, pero cuando llega esa fecha, la rutina de levantarse temprano, ir, convivir, ver clases, todos deseamos que las vacaciones lleguen rápido, y este es mi caso.

Estamos en la última clase, a poco de la hora de salida, en la clase más aburrida del planeta a mi pensar. Idiomas, la verdad no me llevo bien con esos diálogos absurdo de idiomas, apenas y logró hablar con mi idioma nativo. Pero sé que es importante, aunque sigue sin gustarme.

Golpeó el lápiz, de manera constante, contra la mesa. Estoy contando los minutos para que esto termine, coloco mis brazos, y dejo caer mi cabeza sobre la mesa.

—Señorita Jobs, supongo que usted será la primera ¿no es así?—la voz fuerte del profesor, me hace dar un respingo.

—¿Que?—pregunto descaradamente.

—Es obvio que me está presentando mucha atención, por eso le repito, ¿Será la primera?—usa mucho sarcasmo.

—Un diálogo en francés—susurra Amber a mi lado.

—Ah si, un diálogo... De—miro a Amber.

Ella habla con sus labios sola diciendo "Francés"

—Francés—termino.

El profesor se cruza de brazos, y me observa—. Bien Jobs, para el viernes.

Aún tenía un día y medio.

Aún sin entender bien que es lo que se tiene que hacer, asiento. El se quita de mi lado, y vuelve al pizarrón, anotando el nombre de cada uno en ella.

—Creo que lo más justo, es que yo elija sus compañeros, ¿no creen?—nos sonríe y todos empiezan a quedarse.

—No lo vean a mal, es solo que deben conocerse entre todos.

No es justo. No quiero hacer equipo con alguien que no conozco, que hayan pasado años siendo mi grupo de clases no significa que los conozca. El empieza a nombrar a los geniales equipos, unos se quejan otros se emocionan. Ahora solo quedamos tres personas, un chico con el que solo he cruzado palabra dos veces, Amber y yo.

—Muy bien, en vista de que solo quedan ustedes tres, hagan—pero el es interrumpido por un fuerte golpe a la puerta.

—Perdón por llegar tarde, pero es que—jeffrey hace acto de presencia, con una sonrisa tan falsa como la monalisa bailando la macarena.

El profesor toca su frente con frustración y le hace un ademán con la mano. El chico termina por pasar y se sienta un puesta detrás de mi.

—Hola bonita—susurra junto a mi oído.

—Bien, Evanson y Adams, por ende, Miller y Jobs—dice con detenimiento y firmeza.

—Pero prof...—intento quejarme.

—¿Tiene algun problema señorita Jobs, o es que quiere una falta, por no prestar atención a lo que digo?

Maldigo en voz baja, y no me queda más remedio que aceptar. Escucho a Jeffrey soltar una pequeña risa. Suena la campana, recojo mis cosas guardandolas en mi pequeño pero cómodo bolso, espero a Amber que al igual está guardando sus cosas, intento no hacer contacto visual con Jeffrey, pero sin embargo mi vista se va hacia su asiento, y el ya ha salido, ¿pero en qué momento desaparecio?

Más allá de la atracciónKde žijí příběhy. Začni objevovat