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EL COMIENZO DE LA MAGIA

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Narradora Pov

La muerte... llegó al reino del norte. Tras negociaciones con el consejo, quedaron en una conclusión que disgustó por completo al rey de Bernicia. El pueblo estaba siendo atacado por los caballeros que ella misma había entrenado. Lo que veía desde la cima de una montaña era catastrófico.

La reina había accedido con firmeza acabar con las personas que amenazaron la vida de su hija. Honestamente eso la lastimó, ya que había niños inocentes recién nacidos que no tenían culpa alguna. Pero, ¿Cómo había aceptado tanta masacre?

Hace tres días atrás...

"Vive un hermoso presente y olvídate del pasado."

Esas palabras resonaron repentinamente en su cabeza mientras se levantaba de un sueño pesado. Diana, no había dormido adecuadamente en los días que fue a visitar el reino de Nuster; un reino que tenían una costumbre y reglas bastante extrañas a su parecer.

El rey de Bernicia había hecho un largo viaje con el motivo de llegar a un acuerdo para las tierras de Ulabel: que era un reino Biraz donde habitaban personas y animales con hogares. El hechizo que había realizado ayudó a conocer las intenciones y pensamientos de la gente que vivían sus días en ese lugar, pero... no había sido suficiente.

El rey de Nuster demostró su claro desinterés hacia los reinos Biraz que estaban bajo su mando. Él había dicho: "Es cierto que las tierras antes le pertenecían al reino de Bernicia. Le fue concedida hace muchos años a mi tátara abuelo después de ayudar, específicamente, al quinto rey de Bernicia en una guerra que se desató por esos años. Conozco sus intenciones, actual rey de Bernicia, pero si desea que las tierras sean devueltas a sus manos, tendrá que tomarla con todas las personas que se encuentran en ella."

En conclusión, le había dado el permiso y firmado el contrato para que éstas fueran regresadas, sin embargo él no se haría cargo de la gente que necesitaba de su ayuda. A Diana le cayó como un balde de agua fría esas palabras; ella no podía responsabilizarse de más personas. Suficiente con la que morían cada día en la frontera esperando a que se le concediera el paso.

Se levantó de la cama con prisa y se preparó para ese día. Ella tenía que hablar con su reina y pensar en cómo tomar las tierras de Ulabel sin perjudicar a los que se encontraban allí.

Salió de su habitación sacudiendo levemente su cabeza para dispersar esa voz que escuchaba claramente resonar dentro. Era extraño que le sucediera algo como eso después de tantos años. Diana no había escuchado la voz de su madre desde que recordó todo su pasado; ella estaba consciente que había sufrido por ello, y gracias a la ayuda del hada aclaró ciertas dudas que tenía al respecto.

—¡Mamá! —exclamó con alegría una pequeña niña que caminaba por aquellos pasillos.

Diana giró a verla y le sonrió recibiéndola en sus brazos.

—Buenos días, mi princesa.

—Querrás decir tardes, mamá. Has dormido mucho.

—Estaba cansada. ¿Cómo amaneces? —dijo y se puso de pies con Alice en los brazos.

La conversación se alargó hasta el comedor. Alice le contó a Diana acerca de sus estudios y lo que quería hacer con la magia más adelante. El pensamiento de la niña era inocente y el rey la entendía. Ella se imaginó que, si hubiera descubierto su magia a esa edad, posiblemente sus pensamientos fueran iguales a los de Alice.

Había una vez... 2 (Diakko♥)Where stories live. Discover now