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DIFERENCIAS

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Narradora Pov

—¡¿Cómo se puede vencer tu magia?! —comentó emocionado el rey—. ¡Debe haber una manera, ¿no?!

—No lo hay —contestó Diana y, nuevamente lo atacó ágilmente obteniendo la victoria de un movimiento.

El rey se inmovilizó y sonrió al tener el filo de la espada de su contrincante en el cuello.

—Han pasado años y aún no he podido vencerte. A veces me pregunto si es porque la magia te da alguna capacidad especial para que veas todos mis movimientos y aumente tus habilidades.

Diana alejó el arma y lo miró con una postura firme poniendo la punta de la espada en la tierra seca, mientras tenía sus dos manos apoyadas en la punta del mango.

—En las peleas de espadas no utilizo magia —aclaró, pero el rey no le creyó.

—He estado entrenando y...

—Sin ofender, rey Thomas, pero los errores que ha cometido son los mismos del año pasado. Primero. —Diana levantó la espalda y lo golpeó con la parte plana de la hoja en la espada—: la postura. Segundo: siempre ataca de un lado provocando que sus movimientos sean predecibles y se reflejen en sus ojos. Tercero: Pensar antes de atacar. Es cierto que debes encontrar los puntos débiles de tu contrincante, pero es importante que lo hagas antes de pelear. —Suspiró—. Son reglas básicas del combate.

Thomas hizo una ligera mueca.

—Piensas mucho —concluyó Diana.

—¿Pero al menos soy mejor que tus guardias reales?

—Alcanzarás su nivel pronto si corriges esos errores. En otras palabras, aprende de ellos.

El rio.

—Significa que volveré el próximo año para una revancha.

—Como todos estos años —recordó—. No eres alguien que se rinde fácilmente y eso me gusta de ti.

—Que honor... —dijo con sarcasmo haciendo una reverencia de burla—. Rey de Bernicia —llamó y optó una postura firme—, estos encuentros acabarán cuando caigas.

Diana esta vez fue la que rio.

—Ese deseo nunca se cumplirá.

—Con perseverancia, todo se cumple.

Y atacó. Nuevamente el rey Thomas inicio el combate; y nuevamente perdió en menos de cuatro minutos. Sin embargo, exclamó un "otra vez" y empezó. Diana lo complacía, pero no podía dejar que ganara, ya que el pobre hombre se merecía una verdadera victoria. Las victorias fingidas eran de mal gusto para ambos.

Desde la lejanía en la arena de combate que poseía el castillo de Bernicia, se encontraba la reina, gobernante de dicho lugar, con su hija sentada en sus piernas mientras degustaban pacíficamente las dos de una ensalada de frutas preparadas por las cocineras. Y a su lado se hallaba la antigua reina y la reina del rey insistente.

—Nunca se cansará —dijo con cansancio acariciando su vientre.

Isabella: Que sea entusiasta es bueno.

—Ser terco no lo es.

Akko se rio ante la respuesta de la reina de Servia.

—Lo bueno es que se divierten.

Había una vez... 2 (Diakko♥)Where stories live. Discover now