MISIÓN KEINOX

Capítulo 31

- Rosa, espérame- dice Nathaniel a una capitana.

No voy a esperar a ver cómo salen cogidos de la mano. Le faltó tiempo para buscar a otra para follar.

- Hera, una cosa- me llama Conrad antes de que yo salga- No apagues el teléfono, quédate en contacto no sabemos qué puede hacer tu padre si sabe lo que has hecho.

- Padre tardará en saber lo que pasa-  le contradigo sin darle importancia- Tengo mis propios escoltas y sé defenderme, estoy haciendo esto por mi bienestar. No soy una niña indefensa, Conrad- salgo de la sala.

Bajo a la cafetería, Marcus ya está ahí sentado. Me acerco despacio, pero antes pido una hamburguesa en la barra.

- ¿Qué ha pasado en la reunión?- me pregunta Marcus cuando me siento.

- Nada mal- bebo un vaso de agua.

- ¿Nada mal?- me pregunta con curiosidad- ¿Qué ha pasado en realidad?.

- Los he insultado y les he explicado la situación y el plan que tengo- paro de hablar cuando me traen mi hamburguesa.

- ¿Solo eso?- me pregunta- Te noto enfadada.

- Es que yo lo mato- hablo cuando veo a Nathaniel pasar sonriente con la tal Rosa- Es un maldito hijo de puta.

- ¿Pero no era lo que querías?- me pregunta comiéndose una ensalada- Tu me dijiste que querías que fuera feliz con otra persona.

- Sin embargo, no quita el hecho de que me da rabia- vemos a Henry mirarnos y voltearse para sentarse con otras personas- ¿Sigue enfadado?- le pregunto con una nota de voz fría.

- Sí, pero estoy yo y eso es mucho mejor- me saca una sonrisa- Eres preciosa, ese feto tiene suerte.

- No será más guapa que yo. Además, no he tomado todavía una decisión. ¿Vendrás a casa?- pregunto para evitar seguir hablando de eso.

- Claro- responde.

- Raine quiere ver películas hasta cansarse. ¿Qué quieres cenar?- le pregunto.

- Pizza- sonríe.

- Pues pediré- le doy un mordisco a la hamburguesa.

- La haré yo, no la pidas.

Salimos de la cafetería y nos vamos al penthouse. Nada más abrir la puerta tengo tres cuerpos encima mía. Me tiran al suelo y no paro de reír.

- ¡Te he echado de menos, pendeja!- me grita Bella.

- ¡Hera! ¡Te quiero mucho, hermanita!- me grita Raine sin dejar de abrazarme el cuello.

Hasta Fenrir se tira encima mía. Ayudamos a Marcus con las pizzas. Raine me ayuda a hacer la masa mientras Bella y Marcus hacen los demás ingredientes.

Las metemos en el horno y esta vez, no se incendia la cocina. Vemos tres películas en total antes de que Raine se duerma.

Nos acabamos todas las pizzas. Bella cae también dormida al igual que Marcus, que vuelve a dormir en la cama hinchable.
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La semana pasa rápido. Anat se ha sumado al plan que tenemos preparado y entre las dos pulimos las cosas que no cuadran.

Henry ahora come con nosotros. Nadie ha dado disculpas y tampoco hemos hablado del tema. Nathaniel no me dirige la palabra y solo me lanza miradas de asco.

Las mañana cada vez va a peor. Vómito a cada rato y la comida me sabe horrible, menos las tartas de Marcus que son realmente deliciosas.

Todavía no he tomado la decisión y tampoco he hablado mucho con Nathaniel, lo máximo que hemos hablado es para hacernos daño.