Capítulo 29

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Nos sentamos juntos, esperamos a un camarero y pedimos. Él un café, yo unas tostadas, unos huevos revueltos, Donuts, zumo, un sándwich y bollos de canela.

Se hace un silencio incómodo entre nosotros cuando el camarero se va. Nunca había pasado y ahora no sé cómo llevarlo.

- No pensaba que tenías tanta hambre- habla después del silencio.

Suelto una risa nerviosa. Ahora sería buen momento. El problema es que no tengo escapatoria cuando se lo diga y eso no me genera mucha confianza.

- Te dije que tenía hambre- le digo con una sonrisa- Me has dejado sin energías. Deberías estar orgulloso, nunca me había pasado.

Nos traen las cosas y yo lo como sin mediar palabra. Tenía mucha hambre, además que como por dos. Para el feto que se lleva mis energías y para mí.

- Nos vendrán a recoger dentro de poco- me dice- Deberíamos de salir para que nos vean.

Me llevo mi zumo y salimos fuera de la cafetería. Mientras esperamos fuera, pasa un grupo de hombres. Diría que son bomberos, se quedan mirándome más de la cuenta.

Algunos me sonríen, otros me saludan con una inclinación leve de cabeza. Nathaniel pasa un brazo por mis caderas y yo lo miro. Modo posesivo. Me gusta.

Esperamos unos quince minutos y aparece un coche rojo. Por favor que no sea la que creo que es.

El coche para delante nuestra. Melisa me mira de arriba abajo, yo le sonrío y entro al coche. Nathaniel entra y los dos nos sentamos en las sillas traseras, ya que de copiloto está Marcus.

Arrancan el coche y veo una pistola en el muslo de Melisa. Hago una maniobra y en menos de nada Marcus tiene el cañón del arma en su cuello.

- Maldito hijo de puta, te lo dije- no aparto el cañón. Marcus está muy tranquilo, pero Melisa da un frenazo.

- ¡Maldita loca!- me grita mirando a Nathaniel que al igual que Marcus esta muy tranquilo- ¡Joder haz algo!. ¡Lo matará está maldita loca!.

- Melisa, deja de gritar, me da jaqueca- responde Nathaniel. Sonrío y bajo el cañón de la pistola, abrazo a Marcus y le beso en la mejilla.

- Intenta la próxima vez que no sea en un sitio tan frío- vuelvo a mi asiento.

Nathaniel deja un brazo por encima de mis hombros y me besa la cabeza. Melisa no para de gritar y mirarme mal. Al parecer ella y Marcus se llevan bien.

Pasamos el viaje en coche y subimos al avión. Vuelven las náuseas. Dejo mi asiento y voy al baño. No paro de vomitar, todo lo que comí lo regreso.

Enjuago mi boca y vuelvo a salir. Marcus está sentado detrás mía con Melisa, yo estoy sentada con Nathaniel.

- He tenido una idea- digo sólo para nosotros tres, mientras Melisa está dormida- Cenamos en mi casa. Claramente yo no haré la comida- sonrío para que se tranquilicen.

- Menos mal, te iba a decir una excusa- habla mi badboy- Además, mañana será la fiesta en la central.

- No sabía que había una fiesta- le digo extrañada.

- Sí, habrá una pequeña reunión. Vendrán el coronel y el ministro- me explica- ¿Quieres venir conmigo?.

- No sé si podré ir, ya sabes, Lucy y los demás.

MISIÓN KEINOXWhere stories live. Discover now