•𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑉𝑒𝑛𝑒𝑛𝑜𝑠𝑜• | (𝑺𝒉𝒊𝒏𝒐𝒃𝒖 𝑿 𝑻/𝑵)

Capitulo 8

MESES DESPUÉS

El entrenamiento con Rengoku empezó inmediatamente cuando llegaste y a pesar que te
Costo bastante trabajo seguirle el paso en los ejercicios pronto lograste hacerlos correctamente, aunque al final del día quedarás muerta de cansancio.

A pesar del aprecio del mayor hacia ti no te consentía en lo más mínimo, era igual de estricto como con sus demás estudiantes, no dejaba que los sentimientos se interpusieran en tu preparación, y aunque aún presentabas problemas con la respiración tu progreso era muy notorio, por lo que estabas sumamente agradecida con el Pilar.

Seguiste escribiéndole a Shinobu durante los tres meses que te hospedaste con Rengoku, la mayor aun no te contestaba ninguna de tus cartas lo cual te ponía cada vez más triste, empezabas a pensar que te había olvidado... o tal vez ya había encontrado una nueva sucesora por tu incompetencia, esa idea de carcomía por dentro, pero la compañía del rubio hacía que ese tipo de pensamientos salieran de ti.

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Pasados tres meses más de entrenamiento comenzaste a enfocarte solamente en poder usar la Respiración de concentración, los primeros tres meses el mayor te ayudo a superar tus límites físicos y emocionales con entrenamientos complejos creados específicamente para ti, enserio el mayor se tomaba muy seriamente tu entrenamiento.

- Vamos Suki!! Se que tú puedes lograrlo, solo tienes que concentrarte - te alentaba mientras hacías algunos movimientos con la katana que debían ir combinados con la respiración.

- Es unitil!! - tiraste la espada al piso, te estabas volviendo a frustrar - Tal vez yo no puedo usar ninguna respiración... tal vez no nací para ser una cazadora... - aun tenías miedo de que esa posibilidad se haga realidad y que todo lo que se esforzaron Rengoku y Shinobu contigo fue una total pérdida de tiempo.

Se acercó a ti lentamente para tomar tus manos lentamente y ponerlas en su pecho - Se que tú eres capaz de lograrlo, solo tú también tienes que pensar que es posible - el mayor se puso detrás de ti como aquella vez hace unos meses en la cocina, se puso lo más cerca que pudo de ti y sacó la katana de entrenamiento que llevaba consigo.

- El día que llegaste te dije que la cocina se trataba de dejarte llevar ¿no?... - acomodó cariñosamente tus manos en la katana, para después rodear tus manos con las suyas.

- Si lo recuerdo bien... - te sonrojaste ante las acciones del mayor pero ya no te hacían ponerte tan nerviosa como antes.

- Tienes que hacer lo mismo con esto... mira cierra los ojos - te regalo una gran sonrisa.

- Esta bien! - cerraste los ojos haciendo que lo único que guiaran tus acciones fueran los toques y palabras del rubio.

- Ahora imagina lo más Preciado que tienes o tuviste en esta vida, imagínalo y guía tus movimientos aferrándote a esos recuerdos... - comenzó a mover su cuerpo mientras guiaba el tuyo para hacer los movimientos de espada que te enseñó.

- ¿Como ayudará eso a mi entrenamiento? - cuestionaste sin abrir los ojos aun.

- Ya te lo dije... solo déjate guiar por tus sentimientos... o ¿acaso no confías en mi? - preguntó burlón Rengoku para ponerte nerviosa.

- Claro que si!! - respondiste rápidamente, el mayor había logrado su cometido con esas palabras efectivamente te pusieron nerviosa.