Capitulo 1

2.3K 141 82
                                    

•Meses después•

El invierno había caído, el paisaje fue teñido de blanco y la temperatura bajo considerablemente.

Ya habían pasado dos días desde que Aneko le dijo a todas tus hermanas que su madre morirá en unos cuantos días, las menores no se pudieron contener quebrando se en ese mismo momento sin poder contener las ganas de llorar.

Durante muchos meses intentaste que la mayor callara aquel secreto y así posponer aquel dolor para tus hermanas pequeñas, sin embargo Aneko lo consideraba una razón muy sentimental de tu parte, pero apesar de todo había decidido callar... Hasta ahora.

Aiko junto contigo le reclamaron a la mayor que eso no debía decirlo como si fuera algo tan trivial, al final ella hablaba de la vida de la mujer que las crio y procuro por tantos años.

Los días pasaron y parecía que lo que Aneko dijo se haría realidad. Su madre cada día parecía peor, empezó a no comer por lo que se puso cada vez mas delgada.

A ti te dolía verla así, pero tenías que ser fuerte por las mas pequeñas. Era tu responsabilidad al ser mayor... o eso era lo que creías.

***

E

ra de mañana y te encontrabas limpiando el cuarto de tu madre ya que la noche anterior había tenido un ataque de tos que provoco que no pudiera respirar y Aneko al ser lo mas parecido que tenían a un doctor ayudo a que lograra respirar nuevamente, pero durante el proceso dejo todo en desorden. No la culpabas al fin de cuentas casi no la libra esa noche.

No podías evitar pensar que poco a poco el día en el que tu madre se iría de este mundo llegaría pronto.

Tu no querías pero al mismo tiempo... al ver como sufría pensabas que era mejor que dejara este mundo para que dejara de sufrir.

— N-no...— dijiste entre dientes para después darte cuenta de lo que estabas pensando, tan rápido como te diste cuenta sacudiste la cabeza intentando sacar todas esas ideas de tu cabeza.

— H-hija... — hablo tu madre, al parecer acababa de despertar.

Rápidamente te acercaste a ella — Mama no te esfuerces demasiado, estas muy delicada — la tomaste de las manos evitando que tratara de levantarse.

— L-losiento... — susurro con dificultad.

La miraste muy confundida, ¿porque se disculpaba?

— Perdona por hacerte trabajar tanto... por hacerlas, yo soy la que debería de encargarme de ustedes —

No pudiste evitar que unas cuantas lágrimas salieran de tus ojos al escucharla hablar así.

— No digas eso! — hiciste una pequeña pausa — Y-yo con gusto dedicaría mi vida a cuidarte, Madre! tu no tienes nada de que arrepentirte o disculparte... tu... tu nos cuidaste sola por muchos años y criaste a unas maravillosas hijas —

Las lágrimas no dejaban de salir por tus ojos, querías intentar calmarte pero te era difícil. Este miedo constante a perderla poco a poco comenzaba a desbordarse, la tristeza, enojo te consumían... el oírla hablar así te hacía sentir que esto ya no tendría remedio...

— No pude haber recibido mayor regalo que una hija tan maravillosa... — Tu madre te regalo una amorosa sonrisa — Ven aquí mi niña — dijo mientras te iba acercando a ella para abrazarte con una ternura indescriptible.

— Te amo Suki... por favor nunca lo olvides ¿ok? — Te aferraste a su abrazo tanto como pudiste, en esos momentos te sentías como una niña pequeña siendo consolada por su madre. Hace mucho que estabas intentando ser fuerte pero desgraciadamente todos tenemos un límite.

 •𝐴𝑚𝑜𝑟 𝑉𝑒𝑛𝑒𝑛𝑜𝑠𝑜• | (𝑺𝒉𝒊𝒏𝒐𝒃𝒖 𝑿 𝑻/𝑵) Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora