Mafia vs Mafia (Completa ✓)

Capítulo 60

Natalia.

Mi mamá me siguió tratando de detenerme pero no le hice mucho caso ya que me urge encontrar a Matías.

—¡Natalia! —Gritó enojada.

Me detuve para esperarla y me sentí pésimo cuando la ví agitada.

—Perdóname pero quiero encontrarlo, no me quiero alejar de él —Le dije cuando llegó hasta mí.

—No hay que separarnos y te recomiendo a que esperes que Mauro termine sus hackeos para que Zeus funcione nuevamente bien, recuerda que en Rusia no tiene internet.

Asentí dándole la razón pero después sonreí.

—¿Qué? —Preguntó antes de voltear.

Héctor la abrazó con fuerza antes de cargarla.

—¿Qué haces aquí? Vas a provocarme un infarto, ¿Estás bien? —Empezó a revisar su cuerpo—. ¿Te hizo algo tu mamá?

—¿Qué? —Me metí—. ¿Viste a mi abuela?

—Es algo que después les contaré y estoy bien —Dijo antes de abrazar a Héctor—. Esa señora no me hizo nada.

—No sabes lo emocionado que estoy de verte.

Preferí alejarme cuando los dos comenzaron a besarse pero me detuve cuando los disparos aumentaban.

A lo lejos ví a Matías peleando con 3 tipos pero uno de ellos logró derribarlo.

Una moto estaba a algunos metros de mí así que corrí para subirme. Las llaves estaban pegadas y no me fué difícil encenderla.
Nunca he manejado una y menos en donde hay mucho frío pero si he visto a Joshua hacerlo y no se vé complicado.

Sentí miedo cuando avancé pero al ver que los tres tipos estaban pateando a Matías aceleré más.

En el momento en que atropellé a uno de ellos, Matías pudo levantarse.

Los otros dos sacaron dos pequeñas bombas y sonrieron antes de activarla.

—Es mejor que se rindan —Dijo uno de ellos.

—¡Corre! —Le grité a Matías.

Corrió hacia a mí y se subió rápido a la moto.

Conduje lo más rápido que podía pero los nervios estaban ganándome.

—¿Cuántas veces has manejado una moto? —Preguntó sosteniéndose de mi cintura.

—¡Es mi primera vez! —Grité sintiendo el aire golpear mi rostro.

—Ay no...

Las bombas explotaron y nos empujaron un poco lo que me hizo ponerme más nerviosa.

—No vayamos a chocar, por favor concéntrate —Habló apretándome con más fuerza.

—¿No confías en mí? —Pregunté.

—No cuando se trata de motos.

—Y haces bien...

Dí vuelta de repente cuando ví una rampa, no estoy segura de poder pasarla. Quise frenar cuando varios tanques estaban enfrente de nosotros pero Matías colocó sus manos sobre las mías para ser él quien guie la moto.

—¡Vamos a morir! —Le grité.

—No estés de paranoica —Dijo nervioso

—¡No soy paranoica!

—Te agradecería si dejas de moverte tanto.

—No voy a respirar entonces.

—¡Ay, por favor! No quiero dramas.