Mafia vs Mafia (Completa ✓)

Capítulo 55

Héctor.

Saqué mi celular para llamar a mi hermano mayor pero parece que él pensó en mí antes porque llamó primero.

—¿Ya estás en Canadá? —Preguntó.

—Estoy a pocos minútos de llegar —Respondí tratando de mantenerme tranquilo

—Nosotros ya vamos a aterrizar así que te esperaremos.

—Gracias... —Murmuré

—Hey, vas a estar bien, vamos a protegerte.

—Lo sé y es por eso que les pedí su ayuda.

—Papá viene con nosotros...

—Ni siquiera he tenido tiempo de hablar con él —Bufé desesperado.

—Ya lo tendrás, calma.

—Los veo en unos minútos...

—Te queremos, Héctor.

Colgó antes de escuchar mi respuesta y es que tal vez no la obtendría porque nunca les he dicho que los quiero.

—Me avisaron que Samuel está recuperándose muy bien y acaba de despertar —Dijo Víctor tratando de animarme.

—¿Ha despertado? —Pregunté sin ganas.

—Sí y preguntó por Matías y Natalia.

—No le digan nada aún.

—No lo han hecho, lo durmieron para que descansara mejor.

—Bien...

Se sentó junto a mí colocando su mano sobre mi espalda.

—Daré mi vida por tí si es necesario —Me dijo con tono sentimental.

Sonreí mirándolo.

—Nadie morirá, haremos buen trabajo.

Asintió con una sonrisa de lado.

Tal vez no debí meterme con todas esas mujeres, tal vez tuve que haber sido más tranquilo y no querer comerme el mundo como si fuera mío.

Quizá las cosas hubiesen cambiado si no le hubiera hecho caso a mi papá cuando me casé con María.

Ella nunca me llenó, no me sentí completo porque alguien me faltaba y esa era Akira, la niña de ojos rasgados, con buen carácter y sentimental.

—Tu papá quería lo mejor para tí —Me dijo Víctor.

—Quiso lo mejor para él y su conveniencia —Dije controlando el rencor que le sigo teniendo.

—Tal vez ya maduró.

—¿Por qué me hizo casarme con María? Yo no la amaba.

—¿Te has puesto a pensar en que si no te hubieras casado con María no existiría Katheryn y Matías?

—Muchas veces...

—Sé que Akira no mereció el dolor que pasó...

—Pero yo estoy con ella ahora para hacerle olvidar aquel dolor, para demostrarle que yo si la puedo amar y que es la única en mi vida —Lo interrumpí.

—Exacto, amigo...

Le sonreí antes de sacar mi celular para revisar si Akira me contestó los mensajes pero no, ni los ha visto.

—Vamos a aterrizar —Informó uno de mis hombres.

Me acomodé en mi asiento mientras aterrizábamos pero Carlos me llamó.