Capítulo 59

354 39 0
                                    

Diego.

Es inútil seguir buscando señal ya que no encuentro nada y sólo me estoy desesperando.

—Tenemos que ir, no vamos a dejar sólos a los otros —Avisé terminando de guardar las armas.

—¿Sin un plan? —Preguntó un tipo—

—Ya planearemos algo en el camino pero debemos darnos prisa, cada segundo es valioso.

Cada uno agarró su mochila y salimos.

Los helicópteros estaban listos así que me subí en el primero que encontré.

Esperé sentado algunos segundos hasta que el piloto me habló.

—Todos están listos, ¿Podemos irnos?

—Lo más rápido que puedan, por favor.

Fué a su lugar y cuando nos elevamos suspiré pasando las manos por mi cabello recordando lo que mi mamá me dijo hace unos días:

—¿Alguna vez piensas casarte con Katheryn? —Preguntó antes de tomar agua.

—Si pero en unos años, ahorita no es muy recomendable

—Te recomiendo que sea en cuanto terminen con la mafia de Gotti.

—Héctor no la dejará, va a decir que es muy pequeña.

—Él se casó a los 19 años así que no debe importarle.

—No lo sé...

—Me gustaría verlos unir sus vidas.

—Ya las unimos...

—No me refiero a eso —Me dió un zape—. Si no a que vivan juntos como matrimonio, es algo que cambia la vida.

—¿Para bien o para mal?

—Para lo que ustedes deseen.

Jugué con mis dedos sobre mi regazo cuando se me ocurrió la idea de cómo le pediré a Katheryn que se case conmigo.

Me mantuve en silencio hasta que llegamos a Rusia y todo ya había iniciado.

Había uno que otro hombre disparando pero no encontraba a los míos.

—Ahí está Héctor —Habló el piloto señalando al tipo que se ocultaba detrás de un árbol.

—Pero no hay lugar para bajar —Le dije al ver que todo estaba hecho un caos y para colmo aún no tenía señal.

—¿Se te olvida que estamos en un helicóptero? —Preguntó sonriendo antes de alejarse lo suficiente del caos y poder bajar sobre el techo de una casa.

Algunos helicópteros hicieron lo mismo mientras que otros esperaron para que nos pudieran bajar con la cuerda.

Apenas si pisé el suelo cuando sentí que me abrazaban por detrás pero al mismo tiempo me empujaron.

—¡Diego! —Gritó Matías mientras revolvía mi cabello.

—Hey —Me reí antes de abrazarlo—. Estás bien y con vida.

—Me emociona tanto verte —Dió algunas palmadas en mi espalda.

—¿Y Natalia?

—Fué a Japón con Mauro y su mamá.

—¿Ya está a salvo?

—Quiero creer que si pero... —Levantó los hombros.

Y conociéndola es capás de volver a Rusia.

Mafia vs Mafia (Completa ✓)Onde histórias criam vida. Descubra agora