Mafia vs Mafia (Completa ✓)

Capítulo 3

Katheryn.

<<Mi hermano está vivo, mi hermano está vivo>>

Esas palabras siguen repitiéndose en mi mente y es la razón por la cual no puedo dormir.

Me levanté sin moverme mucho para no despertar a Diego y luego salí de la habitación para ir con Natalia.

Ella ya lo sabe pero lo tomó muy mal ya que no le dijimos nada, quiere buscarlo y saber la razón por la cuál no apareció antes.

Por lo menos yo estoy feliz, reviento de la emoción, ya quiero verlo y abrazarlo, jugar de nuevo con él.

Toqué dos veces en su puerta pero no salió, supuse que estaba dormida así  que entré porque ella ha dicho que si es muy importante que entremos.
No quiero que me vea como la mala que le ocultó cosas, yo no sabía a ciencia cierta lo de mi hermano y quiero hacerle ver que estoy de su lado, la ayudaré a buscarlo.

Encendí la luz y la ví acostada, me acerqué un poco más para despertarla pero hice un grito ahogado. Sólo eran almohadas cubiertas por toda la cobija.

Fruncí el ceño, la busqué en el baño pero era ilógico ya que las luces estaban apagadas. Le llamé rápido y...

-Matías... -escuché que gimió Natalia.

Después ya no se escuchó mas que ruidos y jadeos.

-¡Dios! -gimió en chillido-. Más... sí... así...

Colgué rápido y no sé ni qué sentía en estos momentos.
Felicidad porque mi hermanito está vivo.
Confusión porque están juntos y cogiendo.
Tristeza porque Natalia no me llevó con ella.

Volví a llamarle pero ésta vez no respondió, quizá pasaron a contestar mientras se tocaban y ni cuenta se dieron.

Salí de la habitación pero ví a Akira caminando hacia acá. Cada que veo esa panzita me dan ganas de besarla y eso hice, me inqué ante ella para llenarla de besos.

-¿Cómo está mi pequeñito ser? -le pregunté y comenzó a moverse.

-Te ama -dijo Akira sonriendo.

-Lo sé, me prefiere a mí -le dí otro beso y me levanté.

-¿Natalia está despierta? -me miró extrañada.

-Eh... no...

-¿Qué hacías ahí a esta hora?

-Es que no puedo dormir de la emoción y quise verla, ella tampoco podía dormir pero poco a poco le venció el sueño.

-Ah -asintió-, a mí se me antojó un helado de chocolate, voy a la cocina.

-Voy a decirle a mi papá que sigues sin hacer caso, ¿cómo pretendes ir a la cocina a oscuras? -la regañé.

-Es que tu papá no está...

-Tienes mi número, llámame y yo voy por tus antojos.

-No quiero causarte molestias ni interrumpirte si estás con Diego.

-No son molestias -acaricié su vientre-. Vamos a la habitación y después voy por tu helado.

Asintió como si no le quedara de otra.

Caminamos de regreso a su habitación y en cuanto la ayudé a acostarse me salí para ir a la cocina por su helado.

Esta sensación en mi cuerpo no se me quita, ya quiero abrazar a Matías, decirle lo mucho que lo extraño y volver a pelear en juego con él.