Mafia vs Mafia (Completa ✓)

Capítulo 19

Mauro.

El humo me hizo perder de vista a Natalia y por más que traté de encontrarla, comencé a toser y antes de perder el conocimiento me regresé rápido con las chicas pero ya iban muy alejadas de mí.
No supe qué hacer, si correr detrás de ellas o seguir buscando a Natalia pero la ví a gran distancia correr con el bebé e iba hacia Matías.
Suspiré en alivio así que opté por correr hacia las otras chicas lo más que pude.
Logré alcanzarlas y sin dejar de correr agarré a mi hermana de la mano.

-¿Y Natalia? -preguntó Rosa.

-Ya está con Matías, nosotros tenemos que seguir corriendo -respondí y se escucharos estruendos.

-¿Seguro que ya está con Matías? -preguntó Celeste.

-¿Crees que la dejaría sóla? -respondí y negó con la cabeza.

Nos brincamos la barda que dividía el terreno de la mansión pero a Rosa se le atoraron los senos cuando intentó bajar.

-¡Dios! -me quejé porque a quién se le ocurre recargar los senos cuando está por bajar.

-Ayúdala y deja de quejarte -me dijo Celeste empujándome.

-Te cargo y la ayudas -le dije subiéndola a mis hombros.

-Se le clavó un alambre -avisó mientras Rosa seguía quejándose del dolor.

-¡Sácalo! -suplicó apretando los labios.

Celeste agarró el seno de Rosa y lo levantó un poco hasta que el alambre salió. Rosa jadeó en satisfacción y le dijo algo a mi novia haciéndola reír.

-¿Está buena la plática? -pregunté.

-Están manoseándose, déjalas -respondió Ingrid.

-Shhh, esto era entre nosotras -dijo Rosa antes de dar un brinco para bajar al suelo.

Bajé a Celeste de mala gana y apreté su trasero con fuerza.

-¿La has vuelto a besar? -le pregunté serio.

-Ojalá -hizo un gesto de placer y notó mi mal humor-. No es cierto, sólo te beso a tí.

Mordí su labio inferior con algo de fuerza pero no la hice sangrar.

-Sólo mía, Celeste -le dí una nalgada.

La agarré de la mano y seguimos caminando pero después de varios metros escuchamos a Rosa quejarse.

-¿Te duele mucho? -le preguntó Ingrid mirando su pecho.

-Algo -se desabrochó la camisa hasta dejar ver su brasier y luego lo bajó un poco para sacar su seno. Le estaba saliendo sangre cerca de su pezón.

-¿¡Qué miras!? -me preguntó Celeste dándome una bofetada.

-Su seno, ¿qué más voy a mirar? -respondí con mi mano en mi mejilla.

-¡Estúpido! -me empujó.

-Tranquila -me reí jalándola de las manos para que las pusiera en mis pompas mientras yo agarraba su rostro entre mis manos-. A mí me vuelven loco tus senos.

-Claro -miró hacia otro lado.

-Diabla celosa -le dije y me miró.

-Ángel coqueto -sonrió.

-Tenemos a una herida -nos dijo Ingrid con voz molesta.

Me acerqué para mirar el pecho de Rosa y le hice una suave presión.

-¡Estúpido! -se quejó dándome una bofetada.

-Me es necesario mirar y tocar para poder curarte -dije en mi defensa.