Mafia vs Mafia (Completa ✓)

Capítulo 4

Samuel.

El hombro y parte del brazo aún me duelen y me siento más cansado que antes, no quisiera morir sin antes decirle a Natalia lo mucho que la amo.

Decidí levantarme y cuando fuí hasta el espejo me dí cuenta de que cada vez tengo mas ojeras y mi cara muestra cansancio.
Preferí primero bañarme y después hablaré con ella.

Cuando Matías me disparó quisieron que durmiera en la mansión para que estuviera en chequeo constante.

Durante el baño pensé en las palabras que le diría pero no me animaba del todo.

Salí para ir a la habitación de Natalia y me armé de valor antes de tocar la puerta.
Aún es temprano así que supongo que debe seguir dormida.

Volví a insistir pero no salió, tal vez está en un sueño profundo.

Me alejé para no molestarla más y bajé las escaleras.

-Buenos días -me saludó Mauro desde abajo.

-¿Qué tal?

-¿Cómo sigue tu hombro?

-Mejor -lo miré-, aún me duele pero ya no como antes.

-Verás que en pocos días se te quitará el dolor.

-Eso espero -sonreí.

-¿No sabes si Natalia...? -su pregunta quedó a medias porque estaba mirando hacia arriba.

Natalia venía hacia nosotros con el cabello despeinado, el short a medio poner y la camiseta mal puesta.

-¿Qué tal tu noche? -le pregunté y reaccionó, creo que no nos había visto.

-Eh... buena... -empezó a ponerse nerviosa.

-¿Puedes traer miel para los hot cackes? -preguntó Matías saliendo de su habitación y me quedé boquiabierta al verlo en puro bóxer.

Natalia lo miró con los ojos más abiertos y luego Matías hizo un gesto de disculpa.

-¿Cómo...? ¿Qué...? -Mauro nisiquiera podía terminar la pregunta.

-Métete, Matías -escuché a Natalia decir.

Pero no le hizo caso, al contrario, se asomó más y sonrió al verme.

-Mi brazo está mejor, ¿y tu hombro? -preguntó antes de abrazar a Natalia por detrás.

Sentí una punzada en el corazón al verlos juntos, me sentí lo peor de este mundo. Fuí yo quien estuvo para Natalia, la hizo sonreir, la pasábamos de lo mejor estando en el hospital como para que a Matías se le ocurra aparecer para quedársela.

Me alejé de ahí conteniendo mis lágrimas. Llegué al jardín y fué cuando empecé a llorar.

-Duele pero siempre supiste la verdad -me dijo Mauro que ni cuenta me dí de que me siguió.

-No es justo -mi garganta tenía un nudo-, debo ser yo quien la abrace, quien esté con ella. ¿Para qué mierda me salva si terminará aventándome al abismo de nuevo?

-Ella no sabía que Matías estaba vivo, tú le llegaste a agradar e incluso yo creí que llegarían a ser pareja.

-Pues ya no lo seremos por culpa de él, porque de nada sirvieron mis malditos esfuerzos si va a estar con él.

Sólo puso su mano en mi espalda y limpié mis lágrimas.
Sé que Natalia me dijo siempre la verdad, nunca ocultó su amor por Matías pero es que duele como nunca.

-¿Podemos hablar? -escuché la voz de Natalia.

-No -me levanté-, hoy recojo mis cosas de la casa y me voy.