1919 (L.S.)

Capítulo 25: "Deus Uult"

Esta mañana, Louis despierta gracias a la campana, abre sus ojos encontrándose a su hijo con la boquita entreabierta babeando su torso.

Louis ríe porque eso significa que el pequeño realmente descansó toda la noche, cree que el haber dormido contra su torso y su piel le ha ayudado bastante.

Después de vestirse, lleva al pequeño a su habitación, Mery ya se encuentra ahí esperando el comienzo de su día.

Después de suministrada su medicina y un cambio de pañal, bajan juntos a desayunar.

Como fueron las órdenes ya ejecutadas, Mery acepta la bandeja de desayuno que anteriormente Julieth preparó para llevarla a la habitación de Rose, Fred ya la espera para abrir la puerta y cerrarla con pestillo en cuanto salga.

Una vez que Louis abandona el hogar, Mery se persigna y reza a Dios que le de fuerza y valentía para cuidar al pequeño de la desquiciada madre.

Es entonces, que Fred botó el seguro de la puerta dejando libre a la mujer.

Ambos trabajadores esperan varios minutos a que esta salga, pero no lo hace.

Mery se asoma a la habitación una vez que le entrega a Fred al niño, ya que los dos están dispuestos a protegerlo en todo momento; encuentra a la mujer mirando hacia la ventana sentada sobre su cama, parece ya haber tomado el desayuno por el desorden de los platos y tetera.

Bueno... al menos sigue con vida.

(...)

Louis estaciona su auto en las escalinatas del palacio, su rostro se encarga de mostrar una completa felicidad al ver a Harry levantarse de las escaleras mientras sacude su uniforme.

Le entrega las llaves a uno de sus guardias para que estacione lo correctamente en la acera correspondiente y toca su cintura asegurando que el arma siga ahí.

Otro guardia llega a su lado colocando una sombrilla por encima de su cabeza.

Harry se acerca unos cuantos pasos hasta que el guardia le impide por completo el paso.

—Viene conmigo -testifica Louis.

El guardia apenado sede, dejando ahora al castaño ingresar al edificio ya resguardado de la lluvia.

Como es costumbre, su asistente, el mensajero oficial y una chica de telégrafos lo escoltan hasta su oficina, ahora acompañado con Harry mientras le recitan las novedades del día de ayer y la mañana de hoy.

Una vez dentro, Harry cierra con pestillo la oficina, Louis sigue caminando hacia detrás del gran escritorio mientras el otro se recarga contra la puerta asegurando que los pasos de sus empleados se alejan a cada segundo.

Louis suspira mientras se hecha rendido contra la silla.

—¿Qué sucedió? -El castaño niega; resopla una vez más colocando sus codos contra el escritorio para esconder su rostro entre los antebrazos. -, ¿Qué sucedió después de que me fui? -Louis no contesta. Harry se comienza a frustrar un poco ya que abrir la mente y corazón de Louis es duro. Lo que necesita es que salgan sus palabras, que revele lo sucedido; pero justo lo que Louis aprendió, es no rendir ha confesión -, requiero que hables. Que me digas que jodidos ocurrió después que deje tu casa.

—Me amenazó con matarte...

—Bueno -interrumpe Harry -, eso no es novedad, ya lo intento.

—... y amenazó con matar a William.

Harry siente pánico de inmediato.

—E-ella ¿q-qué?

—Quiere matar a William.