Capítulo 11: "¿Qué te tiene aquí conmigo esta noche?"

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—Correspondencia -menciona el asistente asomando su cabeza por la puerta, Louis afirma permitiendo su acceso.

El hombre deja múltiples cartas y una que otra caja pequeña, una carta en particular llama su atención, el sobre color dorado con una linda estampa de cera sellándolo.

Reconoce el sello oficial del Primer Ministro en el sobre, de inmediato lo abre.

Lee con atención descubriendo que es la invitación al informe anual del Primer Ministro, tiene dos recepciones con el nombre de él y su esposa para una cena después del evento.

Suspira conociendo la situación.

Una semana posterior Harry ya había podido regresar al dormitorio militar, aun con algunas dolencias pero suficientemente capaz para valerse por sí mismo.

(...)

—Nos han amenazado -musita el Primer Ministro colocando un telegrama ajeno frente a él.

El telegrama realmente va dirigido a su natal Francia, antes enemigo ahora aliado de la guerra, han recibido una advertencia de un informante ruso quien menciona la nueva y letal arma de tal país amenazando a sus soldados franceses.

—¿Gas?, se había acordado no utilizar armas tóxicas.

—¿Lo dices cuando nosotros lanzamos granadas? -Contradice el anciano -, venenoso o no, ambas son letales y Alemania está molesto, además, invadiendo Bélgica.

—Bélgica no permitió la entrada.

—¿Acaso conoces el significado de invasión?, imbécil -habla haciendo sentir completamente idiota al antes Teniente -, escucha William, Alemania entrando a los territorio de Bélgica es terrible.

Louis traga con fuerza acomodándose en el asiento.

—Lo se...

—Sí plantan militares en las costas, estamos completamente indefensos. Es el punto perfecto para lanzarnos cañones y dejar que submarinos entren por las costas del sur.

Louis sabe que solo es cuestión de días para que declaren la guerra justo en Londres.

(...)

—Mucho humo para apenas ser el medio día... ¿no?

—Entras sin tocar...

—¿Necesito permiso para hacerlo?

Louis niega con una sonrisa mientras suelta el humo y Harry se sienta frente a su escritorio.

—Bastante imprudente.

—Lo que tú digas -menciona acomodándose en el asiento con una liguera mueca.

—¿Cómo sigue tu herida?

—Con dolor pero soportable; los puntos han cicatrizado y en unos días más iré a retirarlos.

—Me alegro.

—¿Para qué me llamaste?

—Tienen gas tóxico, han amenazado las trincheras; Alemania entra a Bélgica fichando nuestras fronteras del sur y los soldados mueren de hambre.

—Eso...

—Entramos a una crisis -continua el mayor.

Harry afirma, sin mucho que decir realmente, ¿Qué podía él argumentar a eso?, ¿negarlo?, Dios, hasta él mismo está en la miseria gracias a la guerra.

—Ajá...

—Reuniré a todas las fuerzas, en una semana. Necesito hablar con la naval también.

—Tenemos barcos...

1919 (L.S.)Where stories live. Discover now